En datos del INEGI, en México existen alrededor de un millón de pequeños comercios, entre tienditas de abarrotes y las misceláneas. La importancia de estos negocios no solo es crucial para los alrededor de cinco millones de personas que dependen de sus ingresos en el día a día. En muchas comunidades se han consolidado como un pilar de sus respectivas zonas y colonias. Por eso es tan importante la forma en la que han sobrevivido a la crisis sanitaria.

Según Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), las tienditas de México han enfrentado varios retos en estas semanas. Entre ellos, el “mantenerse surtidos y mantener la capacidad de demanda. También ha sido un reto que se garantice el abasto a un precio justo, que no afecte a los compradores. Y además, se debe de otorgar un servicio consistente con el protocolo permanente de sanitización de COVID-19”.

Todos estos desafíos se suman a los problemas que históricamente, de acuerdo con Eduardo Patrón, director asociado de StratBranding, han afectado a estas tienditas:

Como manejan en su mayoría dinero en efectivo, son blancos ideales de la inseguridad. El crecimiento de los supermercados y tiendas de conveniencia también ponen en riesgo su supervivencia. Y a eso se le deben de sumar los altos impuestos, que muchas veces las condenan a la informalidad

Las tienditas, un termómetro de la economía de México

Todos estos retos no son menores, considerando que estos pequeños comercios han sido, de forma histórica, una muestra de la situación económica de México. Según el presidente de la ANPEC:

El pequeño comercio es un reflejo de la realidad microeconómica del país, en donde se encuentra la mayoría de la población. Así pues, son un indicador muy importante porque muestran cómo está evolucionando la situación financiera del grueso de las familias en México. Y si en 2019 se vió un consumo estancado, para 2020 veremos una recesión.

Lo anterior es crucial viendo que, de acuerdo con el director asociado de StratBranding, las tienditas se han vuelto una forma en la que las personas sobreviven a las crisis. Es decir, “en temporadas de alto desempleo, se vuelven un recurso para recuperar la ocupación y conseguir la subsistencia. Y como consumidores, el resto de la población deberíamos de apoyar a las tienditas. Cambiar los hábitos y preferir estos comercios, que son el sustento de millones”.

Por supuesto, no solo es algo que el público de consumidores deba tomar en cuenta. Los dos expertos confirman que también gobierno y empresas aliadas tienen una responsabilidad social con las tienditas. A través de recursos como líneas crediticias más dinámicas y grandes, o mediante acuerdos para darle descuentos a estos socios comerciales, se puede asegurar que subsistan a futuro.

Y a medida que estos comercios puedan ponerse de pie, también las familias que dependen de las tienditas, que en México son millones, podrán ir saliendo de la crisis económica. Y como son representativas de una amplia mayoría de la población, solo con su recuperación se verá una salida real a la difícil situación económica que heredó la pandemia de COVID-19.