Esa sensación de angustia que se produce en quienes se dejan olvidado el teléfono móvil en casa, es uno de los síntomas de esta nueva afección que como se puede adivinar, ataca a quienes no estan a gusto sin tener cerca o en pleno funcionamiento, su dispositivo móvil de comunicación.
Notas relacionadas:
Se roban 273 teléfonos móviles por hora
Europa aprueba un cargador único para los teléfonos móviles
Mupi para recargar teléfonos móviles con pilas de la basura
Para quienes sufren cuando se sienten incomunicados porque se han quedado sin batería, han perdido perdido el móvil o lo han dejado olvidado (y se mueren por recuperarlo), ahora se puede decir que su dolencia tiene nombre y no es otro que nomofobia.
El término proviene de la expresión inglesa ‘no-mobile-phone phobia’, que según distintos especialistas podría ser una de las ‘dolencias’ que dominarán este siglo XXI, con estudios como el de OnePoll, llevado a cabo en Reino Unido y que ha sido reseñado en La Razón, en el que se pone de manifiesto, por ejemplo, que 66 por ciento de los británicos sufriría de nomofobia.
Y como sería fácil de deducir, la generaciones más jóvenes, cada vez más acostumbradas a las nuevas (ya no tanto) tecnologías, son especialmente susceptibles de caer en la nomofobia, que como señala Francisca López Torrecilla, directora del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada(UGR), es una ‘adicción’ que trae entre sus consecuencias, el que los jóvenes se aburran con mayor facilidad ante las actividades comunes de ocio. A lo que se le suma el que quienes sufren de nomofobia, presentan, al quedarse sin la posibilidad de hacer uso de su teléfono móvil, síntomas como enfado, ansiedad, inquietud o malestar general.