Ante la exigencia del consumidor sobre el rol que juegan las marcas en la construcción de un mundo mejor, ahora todo parece estar en tela de juicio y el mejor ejemplo es lo que ha sucedido con Hasbro en días recientes.
La marca ha tenido que retirar del mercado una muñeca por colocar un botón de reacción en una zona poco apropiada.
Lo hechos
Se trata de la muñeca Poppy, la cual se basa en la protagonista de la película animada Trolls World Tour, misma que cuenta con algunos sensores de acción que reaccionan al tacto.
El problema surgió luego de que la consumidora identificada como Jessica McManis, publicará un video desde sus redes cuáles en donde acusa la ubicación de este botón que localizado entre las piernas del juguete y debajo de la falda, al ser tocado provoca que la muñeca “jadee y ría”.
Mediante un video en el que se muestra el funcionamiento del juguete, McManis indica que el peculiar botón puede mandar un mensaje equívoco a los niños que normalizaría ciertas prácticas de abuso sexual.
Is @Hasbro normalizing grooming & facilitating child abuse? ??
— Sam Parker ?? (@SamParkerSenate) August 5, 2020
Así, la consumidora molesta expresó “necesita ser eliminado de nuestras tiendas. Nuestra sociedad está condicionando a nuestros niños a pensar que la pedofilia está bien. ¿Qué hará pensar este juguete a nuestros niños inocentes e impresionables? ¿Que es divertido cuando alguien toca tu área privada? ¿Que la pedofilia y el abuso de menores están bien?”.
Esta denuncia no quedo ahí. La consumidora lanzó una petición para que Hasbro retirará de las tiendas este juguete bajo el argumento que la ubicación de un botón que activa efectos de sonido está ubicado en un lugar inapropiado y podría causar “efectos [negativos] a largo plazo en la salud mental-física de un niño”.
La marca responde
Luego de que de 235 mil personas firmarán la petición, la marca emitió postura al respecto indicando, en principio, reemplazaría la muñeca a los afectados por una con el ensor ubicado en otro lugar.
En voz de Julie Duffy, líder global de comunicación para Hasbro, el sensor y función que ha causado polémica “fue diseñada para reaccionar cuando la muñeca estuviera sentada”.
Sin embargo, la firma ha reconocido que “la ubicación del sensor puede ser percibida como inapropiada”.
En este sentido, la reconocida marca de juguetes ha afirmado que “esto no fue intencionado y nos complace brindarles a los consumidores una muñeca Poppy de reemplazo de valor similar a través de nuestro equipo de atención al consumidor”, aseguró Julie Duffy.
Lo anterior es sólo un ejemplo de los pequeños detalles que pueden traer a las marcas grandes problemas en un momento en el que su rol dentro de la sociedad -más allá de las cuestiones de consumo y abastecimiento de productos- para construir una sociedad mejor ha tomado nuevos niveles a exigencia del propio consumidor.