La plataforma de video YouTube, por sí misma sigue siendo un atractivo potencial para la generación de contenidos así como para quienes los consumen, según el ranking de Alexa (Amazon) se posiciona como el segundo sitio más visitado a nivel mundial, solo por debajo del motor de búsquedas en línea, Google.
De igual forma, cuenta con mil millones de horas de reproducción de contenidos diarios, y más de mil 500 millones de usuarios activos por mes; aún así, en los últimos tiempos no resulta interesante para los anunciantes, y es que la plataforma acusa problemas de contenidos, lo que en principio fue una virtud, ahora se convirtió en el talón de Aquiles de la firma.
La libertad de generación de material audiovisual derivó en que YouTube tenga contenido poco apropiado para las marcas, además de que en algunos casos, los anuncios previos a los mismos, generó una asociación entre anunciante-contenido que no dejó satisfecho a los primeros.
De tal modo que, de acuerdo con información de Bloomberg, a principios de año, ingenieros de YouTube se reunieron en privado con múltiples agencias publicitarias en Las Vegas. Los ejecutivos de Google a cargo de la venta de anuncios para la plataforma organizaron encuentros para segurar certeza de que el sitio estaba trabajando para controlar sus problemas.
La indignación aumentó cuando se reveló que el portal permitió a líderes terroristas continuar con la publicación de contenido; siendo uno de los mayores problemas la aparición de material audiovisual desconcertante y grotesco en el canal dedicado a los niños.
Google indicó, como medida de solución, proteger a una pequeña parte de YouTube, una porción depurada para los anunciantes, en donde cada video sería revisado por personal humano; asimismo se precisó la contratación de 10 mil personas para eliminar clips inapropiados y entrenar a las computadoras para que hagan lo mismo.
Sin embargo, de acuerdo con diversos reportes de medios, este era el trabajo en Silicon Valley que nadie quiere hacer, y que muy pocos duran más de una semana, a pesar de que se les promete asistencia psicológica, entre otros beneficios.
A su vez, otra de las acciones que implementó Google para garantizar la protección de los anunciantes en los videos, tuvo que ver con reforzar el sistema de clasificación de contenidos que pagan el paquete premium Google Preferred, además de que cambió los parámetros para que los nuevos youtubers generen ingresos, su objetivo es “frenar a los malintencionados, estabilizar los ingresos de los creadores y proporcionar mayores garantías a los anunciantes”.
“El diablo estará en los detalles”.
Según las declaraciones al Businessweek de Blommberg, Jon Anselmo, director digital de Omnicom Media Group, señaló que “El diablo estará en los detalles”. La restricción de los ingresos publicitarios a los nuevos influencers, puede amenazar su capacidad para atraer y retener talentos, varios de los cuales se han ido con un elevado costo, Royal Bank of Canada estimó que una primera ola de deserciones durante 2017 le costó al sitio 750 millones de dólares.
Procter & Gamble redujo fuertemente su gasto publicitario, Marc Pritchard, director de la marca, recalcó que se sienten alentados por los esfuerzos de YouTube para solucionar sus problemas de seguridad; no obstante, otros anunciantes no están del todo convencido de estos cambios. La plataforma nunca se ha esmerado en deshacerse de contenido indecoroso, aseguró un jefe de marketing que no reveló su identidad.
Las restricciones limitarán la cantidad de video que se publica en YouTube, sin embargo, los mismos estarán depurados, algo que significaría un incremento en los costos de la publicidad en la plataforma. De tal modo que la primera gran prueba para YouTube serán los NewFronts, el equivalente digital de las reuniones anuales donde las cadenas de televisión muestran a los anunciantes lo que tienen preparado para la próxima temporada.