Fue precisamente ante el reto del Covid-19, que levantó la cara y sacó el pecho para lidiar con las nuevas condiciones laborales. Después de todo, a las empresas nunca se les debe de olvidar que su público de interés más importante, son sus empleados.
Y algo quedó claro: con millones de empleados dejando su trabajo en la segunda mitad de 2021, la lección fue que la salud y el bienestar eran sus prioridades, incluso antes que mantener su trabajo.
Esto ha motivado a que muchas empresas hayan revalorado la situación y estén mostrando su cultura empresarial y promocionando programas de beneficios como una ventaja competitiva en la lucha por el talento. Sin embargo, se están perdiendo la mitad de la batalla: ¿dónde están sus esfuerzos de retención? Las empresas tienen mucho trabajo por delante para mantener el talento que ya poseen. Los empleados se quedan cuando están comprometidos con la cultura de su empresa, involucrados en la comunidad y tienen autonomía y flexibilidad.
Y, ¿Qué mejor manera para atraer y retener talento que dándoles a los empleados el poder de mostrar su experiencia? Hay mucho conocimiento y talento en una organización, cada uno con una visión única. Ya sea un especialista sobre un producto, servicio, industria o clientes, cada empleado tiene información valiosa para compartir y que debe de ser cultivada.
Los empleados tienen una perspectiva que puede brindar liderazgo intelectual y percepción de marca a la empresa, y debe de ser aprovechada una y otra vez. Los estudios muestran que los consumidores confían mucho más en las personas que en una marca “sin rostro”. El contenido generado por los empleados le da una cara confiable a una marca.
Cada vez más, construir autenticidad ha sido un punto focal para el marketing. Las expectativas de los clientes están en constante crecimiento y quieren interactuar con las personas en lugar de con una marca. Los expertos en marketing están reconociéndolo, por lo que están favoreciendo al contenido generado por el usuario (UGC) como una parte clave de su estrategia de marketing.
Sin embargo, los “usuarios” no son el único grupo de creadores de contenido influyentes. Los empleados también tienen el potencial de ser los mejores defensores (o promotores) de una marca. Derivado de esto, el EGC es esencial; cualquier contenido creado por los empleados en forma de videos, fotos o publicaciones en las redes sociales -enteramente creado por empleados y no por marcas-, genera mucha más participación que el contenido creado por la propia empresa. Según un reporte de State of User-Generated Content, el EGC obtiene aproximadamente ocho veces más participación que el contenido creado por la marca.
El EGC impacta en varios sentidos: es clave para atraer nuevos empleados, establecer la lealtad de la empresa y retener a los empleados. Depende de sus líderes y equipo de recursos humanos dar el ejemplo, crear los canales y/o pensar en un hashtag con el que los empleados puedan asociarse al contenido. Es probable que los empleados ya estén creando contenido sobre su marca o estarían felices de hacerlo. Solo necesita un sistema para aprovecharlo al máximo.
Guiar y alentar a los empleados es una iniciativa recomendable y así evitar que se desboquen o, peor aún, tener que cerrar EGC por completo. Lo recomendable para activar una iniciativa EGC, es crear políticas, lo que refleja que la organización muestra interés y seriedad por el tema. Realizar además sesiones de capacitación ayuda a guiar a los empleados y eliminar la ambigüedad que puede causar miedo (tanto para los empleadores como para los empleados).
Cuando lance una estrategia de EGC, comience con un pequeño grupo de empleados. Identifique a las personas que ya se muestren como defensores de la marca, aquellas muy activas en las redes sociales o que tengan experiencia en la materia. Reducirá los riesgos, serán los más interesados y podrán establecer el tono para contagiar a otros.
El concepto de EGC puede sonar como una tendencia, pero se está volviendo cada vez más evidente, cómo puede afectar positivamente a una organización interna y externamente. Es cierto que muchas organizaciones no están implementando EGC y deberían considerar los beneficios o arriesgarse a quedar atrás en la estela digital.