No es nada nuevo que se hable que la publicidad digital es el presente y futuro, pues es ahí donde las marcas están apostando fuerte para alcanzar a sus públicos meta y generar un vínculo.
Sólo por citar un dato, en 2016 la inversión por este concepto alcanzó los 72 mil 500 millones de dólares, de acuerdo con datos del Interactive Advertising Bureau (IAB) en un informe preparado por PricewaterhouseCoopers.
Uno de los formatos que más crecimiento está teniendo dentro de la inversión en digital es el del video advertising que, en mercados como el de Estados Unidos para finales de este año representará un gasto de 9 mil 400 millones de dólares, de acuerdo con una encuesta realizada a profesionales de agencias y marketing, por IAB.
Una de las características que tiene este formato de publicidad es que tiene una mayor aceptación en los públicos jóvenes, en muchos casos hacen referencia a la generación millennial y Z por ser nativos digitales. Sin embargo, recientes estudios señalan que esta tendencia no es exclusiva de este grupo poblacional, pues el público más adulo también crece en aceptación.
Esta es una de las conclusiones de un análisis realizado por BI Intelligence, que ve en plataformas como YouTube un ventana de oportunidad para las marcas de conectar con público de mayor edad, por encima de los jóvenes.
Lo anterior debido a que, tras encuestar a 1,740 personas de Estados Unidos, identificó que los baby boomers creen que YouTube no les presentará videos ‘malos’ o ‘engañosos’, seguidos de los Genración X, pero, en contraparte, los millennial son más proclives a desconfiar del contenido. Además, los resultados indican que los públicos más adultos son más propensos a compartir los videos.
¿Por qué son relevantes estas conclusiones? Porque existe la generalidad de que los videos suelen tener mejor engagement con el público joven, pero si una plataforma como YouTube tiene un mejor alcance con públicos mayores, debe ser aprovechado por las marcas.
Sólo en Estados Unidos los baby boomers representan alrededor del 50 por ciento de la riqueza del país, y seguirá siendo así hasta al menos 2030, según datos de Deloitte. Esto es coincidente con cifras de la Oficina del Censo que calcula en 75 millones de personas pertenecientes a esta generación, la segunda más grande, por debajo ligeramente de la millennial.