Durante la primera gira internacional de Donald Trump hemos visto discursos bélicos, atuendos y rostros que se han convertido en tendencia digital; sin embargo, a dos días de finalizar el mandatario estadounidense protagonizó una guerra de saludos con su homólogo francés, Emmanuel Macron.
El hecho incómodo ocurrió este jueves durante un breve encuentro que Trump sostuvo con el recién nombrado presidente francés, en el marco de la reunión de los países miembros de la OTAN en Bruselas.
El mandatario estadounidense, señalado en varias ocasiones por la manera de apretar las manos al saludar, se encontró con un rival, ya que luego de intercambiar afecto con Macron los medios reportaron el hecho como que ambos presidentes se apretaron tan fuerte las manos que sus nudillos se tornaron de color blanco.
Macron is literally crushing Trump’s hand in the battle of the NATO handshakes. There’s a new kid in town…. pic.twitter.com/sSZKSGIpdi
— John Fraher (@johnfraher) 25 de mayo de 2017
En dos ocasiones Trump intentó zafarse, pero Macron continuaba apretando con fuerza. Pese a que fue el primer encuentro de estos líderes, la tensión ya tenía un contexto por el respaldo indirecto que el estadounidense dio a la candidata Marine Le Pen, ya que consideraba que era la “más fuerte en cuanto a fronteras y en cuanto a todo lo que ha estado ocurriendo en Francia”.
Algunos analistas en lenguaje corporal señalan que este intercambio de saludos involucran una tensión entre ambos mandatarios, además de que muestra “una ligera tensión”.
La infortunada gira internacional de Trump
Durante su viaje, Donald Trump ha generado muchos comentarios, ya que desde su primera parada en Arabia Saudita, donde se reunió con los líderes de países del Golfo Pérsico, protagonizó la danza ceremonial de las espadas, de la que fue blanco de las críticas por su falta de coordinación y la de sus colaboradores.
Después en Israel, pese haber sostenido reuniones con líderes de naciones musulmanes, Donald Trump manifestó su respaldo a Israel y sentenció que Irán era un país peligroso, el cual debía modificar su programa nuclear y fomentar el terrorismo, palabras que calaron en el país, respondiendo que “no necesitan permiso para probar bombas”.
En su tercera parada en Roma, Trump sostuvo un encuentro con el papa Francisco, el cual concluyó con una fotografía que fue editada en muchas ocasiones por la seriedad de sus protagonistas, contrastada por una sonrisa del mandatario estadounidense.
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Además de los atuendos de Melania e Ivanka Trump, que en opinión de los usuarios de redes sociales, no era adecuado para el encuentro con el Pontífice de la iglesia católica.
“El velo de Melania” se convirtió en tendencia este miércoles. En este caso, tanto la primera dama estadounidense como la hija de Trump, Ivanka, usaron una manta en el cabello, una condición que exige el protocolo y que dice que solamente las reinas católicas pueden vestir de blanco frente al Papa, mientras todas las otras mujeres deben vestir con colores oscuros y con la cabeza cubierta.
Sin embargo, desde hace años, este detalle no es parte de las obligaciones más estrictas de las visitas.