Para quién no sepa aún de qué se trata esto, el director mexicano Alfonso Cuarón hizo a través del blog www.diezpreguntas.com una serie de preguntas al presidente mexicano Enrique Peña Nieto sobre la reforma energética que su gobierno impulsa.

No voy a comentar sobre las preguntas que “el ciudadano Alfonso Cuarón” hizo al también ciudadano Enrique Peña Nieto; he leído comentarios de todo tipo al respecto, en favor muchos de ellos, de exigencia por las respuestas, “al fin alguien se lo dice”; otros de indignación, de soberbio lo tachó Carlos Mota en una columna (para mi gusto bastante fácil). Etc. Repito, de todo he leído y cada quién tiene derecho a opinar.

El acto de cuestionar, siendo precisamente una figura pública, es interesante y digno de seguirse comentando. Para empezar Cuarón respondió a una primera acusación del presidente sobre su desinformación al respecto (misma que no niega) que el presidente dijo en una entrevista. Segundo, sus preguntas son simples, directas, independientes, sin atribución política, y, si fueran contestadas de igual forma por el presidente o gobierno, no sólo callarían a Cuarón, sino a miles de escépticos, pasando a apoyar la Reforma y cambiando la imagen que sobre el presidente se tiene. Tercero, ¿para qué sirvió este cuestionamiento público por parte del galardonado director?

Sirve porque se hace ruido, ruido que de otra forma no existiría, porque Cuarón es hoy por hoy un mexicano destacado, mediático. Por encima de todo, ganó ya la atención de muchos mexicanos quienes quizá no solían estar informados sobre temas políticos, aquellos quienes admiran, siguen, o simplemente saben quién es Alfonso Cuarón pueden haber leído esto, y de otra forma no lo hubieran hecho.

Sólo por eso, sirve, sirvió ya. Serviría si otros lo hicieran (nada probable). Son escasos quienes desafortunadamente se interesan, se informan, obvio menos quienes levantan la voz. Para eso sirve el Oscar de Cuarón, su trabajo y talento le otorgaron este premio de la industria cinematográfica norteamericana, con el cual puede hacer públicamente esa demanda al presidente; ojo, una demanda o exigencia que cualquier ciudadano puede hacer en cualquier momento, pero con poca atención en comparación a esta.

Por ello no coincido con Mota. Nunca me parece Cuarón haga esta demanda con soberbia, al contrario, lo hace desde su ignorancia. Pero, cuidado (como escribe Mota), ello no tiene nada de malo. Al contrario, ojalá muchos más mexicanos, periodistas, famosos o no, partícipes de la política o no, preguntaran más. Y es que todos como ciudadanos, podemos opinar y cuestionar a nuestros gobernantes, y ellos deberían sentirse obligados a reponder.

Independientemente de las opiniones descalificatorias el cuestionario sirvió, tanto que el Gobierno de la República publicó el micro sitio Reforma Energética. Toda nuestra energía para mover a México. El tema sigue vivo, sigue en los medios. Lo demás ya es responsabilidad de cada ciudadano.

Ojalá sirva para más, y no precisamente para que otros famosos sigan su ejemplo, sino para que quien no estaba interesado ahora lo esté, se lea más, para que se den clicks en noticias sobre la reforma energética de la misma forma que se dan click en las de la próxima película de Cuarón.