Decir no nos cuesta mucho a los latinoamericanos y en especial a los mexicanos. Es parte de nuestra cultura, usos y costumbres. La realidad es que muchas veces no tenemos la valentía y las agallas de decir no. Es más importante y productivo decirle no a un cliente, que decirle no e incumplir un compromiso o una promesa cumplida. Esto que les voy a escribir a continuación aplica para agentes de mercadotecnia que dan servicio o para marcas que venden servicios, experiencias y productos.
Pequeño manual que te ayudará a decir no de una forma productiva:
El no sería incapaz de existir sin el sí. Llevan una relación dialéctica y co-dependiente. No existe un buen no, sin un buen sí. El valor del sí es la posibilidad y la apertura. La aventura de las miles de posibilidades y la elección de decidir. Decir sí es avanzar y crear. Es un mar de posibilidades incontrolable, libertad y caos.
Decir no es el control. El cierre y el control; el dejar de hacer, la destrucción, y el aparcamiento. Estacionarse y destruir ilusiones. El no es estructura y repensar las cosas. Es analizar antes de actuar. Es la oposición y la contraparte. Decir no es muy importante porque nos da poder de enfrentar las negociaciones y nos incrementa poderío en la negociación. Ya entendido esto, aquí la receta –que no es receta– para aprender a decir no a los clientes sin perderlos.
- Entender el valor específico y equilibrado del no y el sí.
- No existe un buen no sin un buen sí que lo respalde y de reversa.
- Si le dices no a un cliente, debe estar justificado con formas, opciones, posibilidades , ideas y razones lógicas.
- Si enseñas a los clientes a asimilar sus “nos” , ganarás credibilidad, empoderamiento y serás realmente un aliado y amigo.
- Siempre decir sí, te mete en problemas que se convierten en una gran bola de nieve que crece y termina por destruir cualquier relación.
- Por cada 10 si, es sano que existan tres no justificados.
- Un no es un no. Y se acabó. Debes respetarlo todo. Así se construyen relaciones realmente productivas.
- En la vida tomar una aparentemente buena decisión puede ser la peor decisión que tomaste en tu vida y que te destruya y fustigarnos por tomar una mala decisión, sin quererlo y por el azar, nos puede llevar a la mejor experiencia de nuestra vida. Por lo mismo no hay que tener miedo en tomar decisiones, en decir sí o no.
- Un buen no, lo agradecerá siempre un cliente y será el mejor promotor del no justificado.
- Decir no y decir sí implica lo mismo. Lo que es clave es tomar la decisión de decirlo y actuarlo.
Este mundo se está convirtiendo en un mundo caótico. Y ahora es importante empezar a decir “no’s” y y “si’s” para generar un avance y evolución real para todos.