• El sector Comercios es el que más estrés tiene por el miedo a que su negocio cierre

• También los trámites burocráticos y el clima político incierto son fuentes constantes de tensión

• Apenas el 38 por ciento de los emprendedores y dueños de PyMEs dicen no ser víctimas de este fenómeno

Todas las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) deben de enfrentar retos importantes en su operación diaria. Está la lucha constante contra los negocios de talla nacional y global, que amenazan con robar sus ganancias mediante mejores precios o estrategias de marketing. Es también común que tengan desafíos como administración de gastos o expansión de su oferta de productos. Pero, en el caso de los dueños, hay una barrera muy persistente: el estrés.

De acuerdo con la UENI, alrededor de seis de cada 10 microempresarios y dueños de PyMEs sufre de estrés. Para una quinta parte de estos emprendedores, sus niveles de tensión mental son muy altos. El resto, en cambio, presenta problemas “moderados”. Pero esta presencia no es el desafío más considerable. De hecho, lo más urgente es la razón por la que los individuos se encuentran bajo una presión tan alta de forma constante. Y la respuesta es simple: dinero.

En un comunicado, la UENI señaló que más de la mitad de los microempresarios con estrés dicen que se debe a la falta de recursos económicos. Cuatro de cada diez apuntaron que la principal razón de tensión es que sus PyMEs no les permiten tener tiempo suficiente para una vida personal satisfactoria. Otro grupo grande simplemente teme que su negocio no sobreviva mucho tiempo. Cabe destacar que la encuesta se levantó entre mil 500 dueños en España.

La “plaga invisible” del estrés

Por supuesto, no se trata de un fenómeno único a España. En prácticamente todo el mundo, y en México también, profesionales, líderes y dueños de PyMEs sufren estrés constantemente. Tal es el problema, que se ha convertido en ley que las oficinas protejan a sus empleados en contra de este fenómeno. Si bien algunos expertos defienden que podría tener ciertos efectos positivos en el camino al éxito, la mayoría concuerda que se trata de una gran barrera laboral.

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Habría que analizar con preocupación las cifras de UENI. Cierto, se trata de conclusiones que fueron sacadas en España. Pero no sería muy sorprendente que existan cifras muy similares en el contexto nacional para el estrés. La clave del asunto es que muchas personas tienden a creer que, al poner su propio negocio o compañía, podrían ser más libres y hacer lo que les gusta. Son pocos quienes realmente dimensionan qué tan cansado es ser un emprendedor.

Por otro lado, no sería justo señalar que el estrés es un factor inseparable de ser dueño de una PyME, en especial en niveles tan altos. Siendo que la mayoría de los emprendedores sufren de tensión para la falta de recursos económicos, sería necesario que se activaran iniciativas para aligerar esta carga. Ya sea mediante programas que provean dinero de apoyo a estas marcas o bien a través de cursos de capacitación que enseñen administración de finanzas y negocios.

Más de un problema en el sector emprendedor

A la vez, sería ingenuo decir que el estrés es el único reto que enfrentan las PyMEs en México y el resto del mundo. Por ejemplo, las bajas perspectivas de crecimiento en el país ponen muy nerviosas a las iniciativas comerciales nacientes. Por otro lado, también hay retos significativos en productividad de estas firmas. Está la cuestión de su aparente falta de representación en los tratados comerciales internacionales y la desaparición de las instituciones especializadas.

Por otro lado, tampoco hay que dejar de lado el tema del estrés en los espacios de trabajo. De acuerdo con la APA, es crucial establecer barreras y límites entre la vida personal y profesional. En cambio VerywellMind señala que resulta muy importante tener una buena organización, de forma que las tareas diarias no sobrepasen a las personas. Forbes por otro lado recomienda tener un estricto esquema de priorización, incluso para las actividades que son prioritarias.