En el colorido mosaico culinario de México, hay un ingrediente que destaca por su sabor: la Salsa Valentina. ¿Qué sería de las papas fritas o palomitas de maíz sin el sabor esta salsa inconfundible?
La Salsa Valentina fue creada a partir de una receta familiar de chiles puya, su sazón ha cautivado a generaciones de paladares. Pero, ¿cuál es la historia detrás de este tesoro culinario que ha llevado el nombre de México a rincones lejanos? Acompáñanos en un viaje por el tiempo para descubrir la sabrosa historia de la Salsa Valentina.
Origen
La leyenda culinaria comenzó con Don Manuel Maciel Méndez, un emprendedor nato que, antes de dar vida a la Salsa Valentina, había incursionado en la industria de los refrescos.
Sin embargo, su pasión lo llevó a crear algo más audaz y auténtico: una salsa que deleitaría los sentidos de millones de mexicanos. A partir de una receta familiar elaborada con chiles puya, nació la esencia misma de lo que hoy conocemos como Salsa Valentina.
De Tamazula a Valentina
La historia de una marca es una narrativa de cambios y evolución. Fundada en 1960, bajo el nombre de “Salsa Tamazula“, en honor al lugar de origen de su creador, la marca pronto sintió la llamada de la transformación.
Poco tiempo después, decidió adoptar el nombre que todos conocemos hoy: Salsa Valentina. Y detrás de este cambio de identidad hay una historia de inspiración y valentía.
Origen
La marca Salsa Valentina no solo lleva el nombre de un condimento, sino que rinde homenaje a una figura histórica que encarna la tenacidad y el coraje: Valentina Ramírez Avitia.
Esta soldadera de la Revolución Mexicana, cuya historia es parte del tejido de la nación, sirvió como fuente de inspiración para Don Manuel.
Valentina, nacida en 1893 en Tamazula de Victoria, Durango, se unió a las filas revolucionarias disfrazada de hombre y destacó por su habilidad en el campo de batalla. Su legado aguerrida perdura a través de la salsa que lleva su nombre, cuyo sabor celebra la determinación de las mujeres mexicanas.
Made in Jalisco para el mundo
La Salsa Valentina no solo es un sabor emblemático, sino también un homenaje a su tierra natal: Jalisco. El empaque de la salsa incluye un mapa del estado como un recordatorio visual de su origen y de la pasión que los creadores pusieron en su crecimiento y expansión.
Este condimento ha desafiado los prejuicios -y temores- a los sabores picantes y ha logrado trascender fronteras, conquistar paladares en diversos rincones del planeta. Desde Estados Unidos hasta Canadá, España, Sudamérica e incluso China, su sabor único ha dejado una huella imborrable.
De acuerdo con el sitio web de esta empresa, la visión de Don Manuel de internacionalizar su salsa se materializó a medida que su planta creció en Guadalajara, ocupando ahora una extensa superficie de 30 mil metros cuadrados.
“Chile del que pica y no pica”
La Salsa Valentina se presenta en dos variantes: etiqueta amarilla y etiqueta negra. Esta distinción no es solo estética; es una invitación a descubrir la diversidad de sabores y aventurarse a un sabor más intenso.
La etiqueta negra ofrece una experiencia más picante, compuesta por agua, chile seco de árbol, ácido acético, sal yodada, condimentos, especias y un toque de benzoato de sodio como conservador. Por otro lado, la etiqueta amarilla tienen un sabor menos picoso combina chiles secos puya y serranos.
Un mercado muy salsa
De acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) el consumo anua per cápita de salsas y chiles en México pasó de 8 a 17 kilos en el periodo comprendido de 2010 a 2019.
Ocho de cada diez mexicanos le ponemos chile o salsa a la comida (sino, pues no sabe).
Se estima que el valor del mercado mundial de salsa picante osciló en 4,56o mil millones de dólares en 2022, esto de acuerdo con el sitio web Informes de Expertos.
Grupo Tamazula, algunos datos
- La empresa que nació en 1960 como un negocio familiar.
- Su primer producto fue la Salsa Tamazula, posteriormente se lanzaron las marcas salsa Valentina y Costa Brava.
- La planta productora se ubica en Guadalajara; actualmente da empleo a 100 familias jaliscienses.
- California, Texas e Illinois son algunos de los lugares en Estados Unidos donde hay mayor consumo de esta salsa.
- La Salsa Valentina se adapta a diferentes tamaños y necesidades, desde 125 ml, 370 ml, un litro y hasta un bidón de 4 litros. También hay un formato en polvo de 140 gramos.
- También existe una versión especial para acompañar mariscos.
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