San Diego CA, USA.
Cuando el economista austro-americano “Joseph Schumpeter”, siendo profesor de economía en Harvard postuló su teoría sobre “La Destrucción Creativa” allá en los albores del siglo XX (“ciclos económicos”), no simplemente lanzó una teoría revolucionaria sino que, profetizó el sistema económico preponderante del siglo XXI y el nacimiento de “Silicon Valley” donde hoy sus teorías son una descarnada realidad cotidiana.

El lanzamiento, este pasado 9 de septiembre 2015 del “iPhone 6S”, no fue para mí la noticia predominante de la presentación de Tim Cook. La verdadera nueva vino más tarde en su página web con el lanzamiento del sistema de pago en renta (o pre-venta) del iPhone llamado: “iPhone Upgrade Program”. ¡Por Dios, se habían tardado!

El proceso económico está cambiando en todo el mundo y, una gran mayoría de consumidores y mercadólogos no se han dado por enterados persiguiendo aún las viejas prácticas de consumo basadas en la compra y posesión de objetos cuya vida es cada día más corta, su aplicabilidad funcional más limitada en el tiempo y su costo cada vez más alto.

¿POR QUÉ POSEER ALGO CUYA VIDA Y/O UTILIDAD ES LIMITADA Y SU COSTO ELEVADO?. ¿Por qué encontrarse atado a objetos que no necesariamente van a reflejar -en el futuro inmediato- una comodidad y qué sólo llenarán espacios en cajas, cajones, garages y bodegas?.

Muchos de los productores mexicanos y latinoamericanos siguen inmersos en una noción fabril decimonónica basada en la venta y en la propiedad de bienes en vez de servicios. Muchos estrategas en mercadotecnia y publicidad continúan haciendo sus campañas bajo la premisa de la propiedad.

LOS TIEMPOS CAMBIAN VERTIGINOSAMENTE. En un estudio reciente que llegara a mis manos, me enteré de que 52 por ciento de los alemanes rentan sus casas, no las poseen. En palabras de Jorge González S. investigador de la UNAM, la oferta de vivienda en renta en la ciudad de México va en aumento y la demanda de oficinas en compra ha disminuido considerablemente. En los Estados Unidos la tendencia al ofrecimiento bajo “arrendamiento financiero” de autos es cada día más abundante. Antes sólo ocurría con los modelos de lujo -por su nivel de reventa y recuperación- hoy, prácticamente cualquier marca, nivel y precio de vehículo lo tiene. Los paneles de energía solar pasaron de venta a renta en cuestión de unos meses.

En México, mientras las nueva generaciones de compradores como la “Y”, o millennials, no se encuentra interesada en bienes raíces y están desenchufados de la red y de la tele, los conceptos promocionales mercadológicos de compañías de televisión como “Sky”, ignoran todo esto “vendiendo” los aparatos en vez de sólo rentar el servicio. Los aparatos son sólo el vehículo para la renta y no deben representar un obstáculo. Las cajas de recepción de señal (TV o Internet) deberían ser gratuitos y recuperables y el servicio, su verdadero objetivo de negocio. Las impresoras HP, Epson y otras, lo descubrieron hace tiempo bajando considerablemente sus precios de mostrador (aunque deberían obsequiarlas) para estimular su verdadero negocio: “la venta de consumibles”.

En un futuro, muchos objetos y bienes serán gratuitos o de mínimo costo mensual. Esta nueva teoría económica provocará que suba la demanda y baje el costo unitario.

Leer a “Paul Mason” “Postcapitalisim: A Guide to Our Future”. La utilidad estará sentada en el ofrecimiento del servicio vía un pequeño costo mensual. Gran cantidad de servicios serán “web-based”. Y gran cantidad de productos serán de arrendamiento: Refrigeradores, PC´s, microondas, pantallas de TV, equipos bluetooth de sonido, autos, casas, muebles, prendas de vestir, etc. Muchos productos desaparecerán: CD´s y DVD´s debido a las aplicaciones de música y video por descarga temporal. ¿Recuerdas que antes poseíamos el software del sistema operativo del “Windows” en turno y/o del “Office” del momento y costaban caro? Hoy los servicios residen en la nube a costo mensual con la opción de entrar o salir cuando así lo requieras. Hoy, no nos tenemos que preocupar de parches, actualizaciones y adecuaciones para los programas cibernéticos y/o los objetos domésticos que nos rodean. Hoy deberíamos preocuparnos más de crecer por dentro que por fuera.