Actualmente, algunas compañías de telecomunicaciones ofrecen programas de coberturas contra robo o daño a los smartphones de sus usuarios, no obstante, los planes de seguridad resultan costosos y no siempre son utilizados por los consumidores de servicios telefónicos.
De acuerdo con el último reporte de Consumer Reports, solo un 15 por ciento de los usuarios que compró un seguro de smartphones realmente lo utilizó, es decir, más del 80 por ciento de las personas que lo contratan nunca lo utilizan.
Entre las quejas de los usuarios son el alto precio de estos seguros, mientras que los beneficios de reparar o reemplazar los smartphones se reducen por deducibles, problemas de calidad y otras lagunas. Entre los planes globales más costosos se encuentran el de AT&T, cuyo seguro asciende a ocho dólares por mes, mientras hace cobros de 89 dólares por una reparación de pantalla o incluso más de 200 dólares por incidentes más graves.
El plan de Verizon comienza por 11 dólares mensuales o 33 dólares para cubrir tres dispositivos, lo cual suma 132 o 396 dólares al año antes de que los usuarios puedan recibir una reparación si es que no la necesitaron. Entre sus deducibles están uno de 79 dólares por reparación de pantalla agrietada o 149 dólares por daños más graves, o por reemplazar un celular perdido.
No obstante, los smartphones rara ocasión se dañan o pierden, pues de los que contrataron el servicio, solo un 2 por ciento reportó un teléfono perdido o robado. Por su parte, Apple y Samsung cobran 129 dólares por teléfono por dos años de cobertura, lo cual resulta más accesible y menos costoso al final del año.
Y es que en Apple Care, los deducibles son menos costosos que Verizon y AT&T, ya que una pantalla agrietada solo cuesta 29 dólares hasta dos veces. El reemplazo de un Smartphone puede costar más de 650 dólares.
Ante el menor uso de los seguros, la realidad es que en lugar de pagar una cobertura, los consumidores podrían comprar otro Smartphone al final del año nuevo o usado para integrarlo a su próximo plan tarifario, ya que normalmente los costos de los celulares se pagan en cuotas mensuales como parte de un contrato con alguna compañía proveedora de servicios telefónicos.