Parte de la construcción de marca que Apple ha logrado en la era moderna, es la inclusión de la vocal “i” al inicio del nombre de sus productos, lo cual es ya todo un sello reconocible por cualquiera, sin embargo, pocas veces se ha hablado sobre el origen de esta tendencia, la cual inició en 1998 con el lanzamiento del primer iMac.
La mente detrás de esto y de muchos otros de los grandes triunfos de marketing de Apple, es Ken Segall, quien se desarrollara como director creativo al interior de Apple durante algunos años, y quien en 1997 participaría en el equipo que eligió el nombre del producto que habría de salvar a la compañía de la bancarrota: el nuevo iMac, un producto que buscaba retomar la filosofía de colocar un ordenador personal en todos los hogares, que además era el primero en dejar atrás los floppys para enfocarse en el CD-ROM, mantenía todos los componentes del hardware en un sólo bloque y estaba disponible en una amplia variedad de colores.
Para nombrar a su prometedor producto, Steve Jobs, quien acababa de regresar a la compañía para encontrarla en medio del caos y a punto de la quiebra, pensó en primera instancia en el nombre MacMan, sin embargo, decidió acercarse a TBWA para la campaña de lanzamiento, cuyo equipo, entre ellos Ken Segall, idearon el concepto iMac.
La letra “i”, según explicó el propio Segall, hace referencia a una serie de términos o conceptos con los cuales buscaban que el producto se asociara, como imaginación, internet, innovación, inspiración, entre otros.
Evidentemente la idea tuvo un gran impacto y se ha replicado en la mayor parte de los productos que la marca de la manzana ha lanzado desde entonces, excepto el Apple Watch, el cual no pudo usar el nombre iWatch debido a problemas con el registro del nombre en distintos territorios.