Los jóvenes de entre 22 y 34 años, mejor conocidos cono Millennials son los responsables de haber modificado los hábitos de consumo en el consumo de productos, que van desde comercio, internet, hasta servicios financieros, por lo que ahora las compañías buscan tener apps que no solo impliquen transacciones.
Un análisis de Qualtrics y Accel demostró que los millennials prefieren la comunicación digital a la verbal, ya que los jóvenes suelen revisar su celular hasta 150 veces por día, ya que un 52 por ciento de ellos cree que la tecnología mejoró sus vidas, mientras que otro 91 por ciento considera que tienen una relación “sana” con la tecnología, es decir, no interfiere con sus actividades.
En contraparte, el 57 por ciento de los baby boomers, personas entre 50 y 70 años, consideraron que la tecnología “arruinó” sus relaciones. Analistas creen que los millennials prefieren la tecnología porque ésta contribuye a la liberación de dopamina en el cerebro, es decir, la tecnología como neurotransmisor que recompensa por logros a corto plazo.
Incluso Qualtrics y Accel se atreven a decir que para el 73 por ciento de los millennials, la tecnología ha fomentado mejores relaciones, tanto en la vida cotidiana como en el trabajo, casi como un equilibrio “trabajo-vida”, mientras que solo un 47 por ciento de las generaciones adultas considera que las tecnologías las ha dado un mejor equilibrio.
Labores cotidianas como hacer llamadas, reunirse con personas, o conversar con compañeros de trabajo parecen ser actividades poco tomadas en cuenta por millennials, sin embargo, se comunican más a través de dispositivos móviles, donde expresan qué están pensando, sintiendo, entre otras actividades.
De acuerdo con el estudio, la dopamina puede crear un “falso sentido del logro”, ya que los millennials no pasan más de 5 horas sin revisar su teléfono, lo que es un signo de adicción, todo lo contrario, un 79 por ciento mantiene a su celular cerca cuando duerme, para revisarlos a la mitad de la noche.