Recientemente ha estallado un nuevo problema para Facebook con los usuarios de esta y otras plataformas sociales, lo anterior debido a que la red social de Mark Zuckerberg prohibió que los usuarios en la región de Australia puedan compartir o publicar enlaces de noticias en esa parte del mundo. En redes sociales son muchos los mensajes que volvieron tendencia la etiqueta #DeleteFacebook no solo en Australia, sino desde todas partes del mundo, incluido México, para destacar los problemas y acciones recientes de la plataforma que, según los datos más recientes publicados en Statista agrupa a más de 2.7 mil millones de usuarios activos mensuales en la actualidad.
#DeleteFacebook
Mi experiencia en esa red social la resumo en putrefacta, problematica y aburrida. Desde 2015 empezo a decaer de a poco, ahora que estan censurando cualquier cosa no tiene ningun chiste usar un espacio que ya no aporta nada. #BoycottFacebook pic.twitter.com/9UK7G6pPMo— Almaize ? (@Almaize1) February 18, 2021
Soy suficientemente vieja para asegurar que Facebook nunca se caracterizó por ser un espacio de comunicación fiable #DeleteFacebook #BoycottFacebook
— OcurrenciasMX (@OcurrenciasMx) February 18, 2021
#DeleteFacebook:
Por quienes protestan en contra de Facebook ya que ha censurado todas las páginas de noticias y de información del gobierno en Australia. pic.twitter.com/ZEeTQmeU6r— ¿Por qué es Tendencia? (@porkestendencia) February 18, 2021
Como se puede ver por las publicaciones anteriores, los usuarios denuncian que existe una censura por parte de la empresa debido a que no deja publicar información noticiosa a los usuarios o que, en otras palabras, les está negando el acceso a la información. Sin embargo, antes de asumir que se trata como tal de censura, sin duda es importante conocer el contexto de esta medida implementada por Facebook para tener un mejor entendimiento del problema real y las acciones que se están tomando al respecto desde todas las partes involucradas pues, desde la perspectiva de Facebook, sus acciones cobran sentido aunque finalmente quienes terminarán perdiendo más parece que serán los medios y sitios detrás de esas noticias que ahora no se pueden publicar.
La batalla legal de Facebook
Tal como lo reportamos hace poco en nuestro sitio, el Gobierno de Australia está cerca de poner en marcha un proyecto de ley a través de la cual, según sus propias palabras, busca establecer un código de conducta obligatorio para ayudar a respaldar la sostenibilidad del sector de los medios de comunicación de Australia al abordar desequilibrios de poder de negociación entre las plataformas digitales (espacios como Google y Facebook) y los negocios de noticias (los medios). En otras palabras, como lo han destacado diversos medios, se busca que gigantes como los mencionados arriba paguen a los medios por compartir el contenido noticioso que generan en sus respectivas plataformas o portales. Si bien para Facebook y Google el problema no es que les exija un pago, pues de hecho ya incluso tienen iniciativas con las que retribuyen, lo que ha causado conflicto es que se busque definir tarifas y que un regulador independiente pueda decidir si los acuerdos logrados son justos a fin de garantizar que estas grandes empresas no usen su poder para dictar las condiciones (algo que no es nada descabellado).
Desde la perspectiva de las firmas tecnológicas, esta acción incluso representaría una amenaza para el funcionamiento de Internet como lo conocemos. Así pues, en respuesta al Gobierno de Australia, Facebook tomó la decisión de restringir a la gente y los publishers, tanto locales como internacionales, en Australia, la capacidad de compartir y ver contenido de noticias desde su plataforma.
La explicación de Facebook
De acuerdo a lo publicado en el blog de la red social, la ley que tienen está malinterpretado la relación entre Facebook y los editores o publishers que la utilizan para compartir su contenido de noticias. Incluso el propio gerente de Facebook para la región destacó que la legislación pretende penalizar a la plataforma por contenidos que ni tomó, ni pidió pues la gente y los medios publican voluntariamente. En ese sentido es que se puede entender que con la medida realmente quienes están perdiendo son los medios al haberse cerrado (al menos de forma temporal hasta ahora) este canal para la distribución de sus contenidos.
Abundando en los detalles compartidos por la red social, para ellos la ley ignora por completo las realidades de la relación que tienen con los medios, tal como mencionamos arriba, a diferencia de lo que ocurre en otras plataformas, como Google, donde el contenido es indexado de manera involuntaria, en Facebook los publishers voluntariamente eligen postear sus noticas en la plataforma social pues ello les permite cumplir diversos objetivos que convienen a sus intereses como negocio, por ejemplo, está el vender más suscripciones si cuentan con ellas, hacer crecer a sus audiencias (considerando el número de usuarios activos que tiene Facebook) e incluso incrementar sus ingresos publicitarios.
Para Facebook el intercambio que tienen con los medios siempre ha corrido a favor de estos últimos pues solo el año pasado se generaron desde su plataforma más de 5 mil millones de referencias gratuitas a los medios de Australia, lo que equivale a unos 407 millones de dólares australianos. Incluso se puede decir que para Facebook el tener a los medios en su espacio ha no representa muchos beneficios más allá del contenido que generan y se consume directamente en su aplicación o portal web pues la presencia de medios puede hacer que sus usuarios salgan de la plataforma e irse a navegar a los sitios de los medios y lo que toda red social busca es mantener a la gente ahí. Incluso diversos ajustes que ha hecho a su algortimo han representado un reto para los medios llevándolos a considerar su presencia en este espacio, el caso más claro que se tiene es el del ajuste de 2018 donde decidió dar más peso a las publicaciones e interacciones entre amigos, conocidos y familiares antes que a las publicaciones de páginas.
Sin embargo, para la red social la ley parece destacar que el regulador tiene que asumir todo el tiempo que el intercambio de valor corre a favor de Facebook y ello es lo que le preocupa.
Con ese contexto es entonces que surge la duda con respecto a si se está malinterpretado el actuar de esta firma por sus acciones recientes con los contenidos noticiosos en Australia y en respuesta a una ley que parece no entender cómo funciona la relación existente.
Otro punto preocupante es que lo que ocurre actualmente en la región está siendo supervisado por otras para implementar medidas similares, por ejemplo, en Europa se analiza si el sistema será efectivo y puede replicarse, mientras que diversos legisladores ya han visto con buenos ojos la propuesta del Gobierno de Australia.
En tanto, el problema y el bloqueo de las noticias persistirá y quienes están perdiendo son los medios y las personas pues para Facebook las ganancias son mínimas, su mayor fuente de ingresos sigue siendo la publicidad, y a decir de sus propios datos, menos de 4 por ciento del contenido que los usuarios ven en el feed de su plataforma son noticias. El impacto real lo sentiría si más países toman medidas similares, pues ahí si vería cambios en sus números.
Finalmente, respecto a las personas otro problema que se está generando en cierta forma es la limitación de acceso a la información desde fuentes fidedignas y serias en Australia, aunque la gente puede seguir consultando las noticias a través de muchos otros canales digitales más allá de Facebook.