Algunas de las principales razones de este fenómeno empiezan con el regreso presencial a los centros de trabajo, el ajustarse a horarios, la pérdida del home office, los riesgos de salud y la relación con compañeros indeseables, entre otras.
Pero no hay que culpar solo a la pandemia, después de todo, lo que hizo fue solo exponer el problema. La primera razón por la que tanta gente está dejando su trabajo es porque en 2020 las renuncias estaban reprimidas por la incertidumbre. Es decir, todo el mundo se estaba aferrando a sus empleos, así fueran infelices en estos, porque tenían miedo de no encontrar nada más.
Esto ha movido a los líderes empresariales a enfrentar retos en este sentido, como mejorar la retención de los empleados y la satisfacción laboral, creación de lugares de trabajo más innovadores, colaborativos y productivos y, reconocen en la curiosidad, una habilidad cada vez más valiosa para lograrlo en la era de la Gran Renuncia.
La curiosidad es cada vez más requerida por las organizaciones de acuerdo a un reciente reporte SAS Curiosity@Work, una investigación del líder en analítica SAS, el cual hizo un sondeo entre casi 2,000 directivos a nivel mundial y analizó datos de LinkedIn durante el último año.
El reporte define la curiosidad como el impulso de buscar nueva información, experiencias y explorar nuevas posibilidades, destacando la importancia de este rasgo sin importar la función o nivel del empleado en la organización. De acuerdo con el estudio, casi tres cuartas partes de los directivos creen que la curiosidad es una habilidad muy valiosa, y más de la mitad están totalmente de acuerdo en que genera un impacto real en el negocio, como que los empleados que tienen más curiosidad tienen un mayor rendimiento.
Según datos de LinkedIn, de un año a otro se registró un aumento del 158% en la actividad relacionada con publicaciones y artículos que mencionan la curiosidad, y que compartieron con sus colegas; un crecimiento del 90% en las ofertas de empleo que la mencionan y un crecimiento del 87% en la referencia de habilidades relacionadas con la curiosidad.
“Nuestra investigación destaca que la curiosidad no es solamente algo positivo; se ha convertido en un imperativo empresarial que ayuda a las empresas a afrontar los retos críticos y a fomentar la innovación”, afirmó Jay Upchurch, director de Información de SAS.
En el entorno de la Gran Renuncia, los directivos reconocen que es complicado mantener la moral alta y la motivación de los empleados, así como enfrentar a los retos de retener a los buenos empleados, conseguir que estos vayan más allá de las tareas básicas del trabajo y promover la colaboración con otros equipos y departamentos. Sin embargo, muchos de los beneficios asociados a la curiosidad abordan directamente estos retos empresariales. Los participantes en el estudio coincidieron en que los beneficios más valiosos de la curiosidad incluyen una mayor eficiencia y productividad; un pensamiento y soluciones más creativas; una mayor colaboración y trabajo en equipo y un mayor compromiso de los empleados y satisfacción laboral.
Para que una empresa tenga éxito en los próximos tres años, los directivos afirman que su organización necesita empleados con experiencia técnica en áreas de inteligencia artificial y análisis de datos, así como atributos personales como el pensamiento creativo y la resolución de problemas. Sin embargo, también dicen que les es difícil encontrar colaboradores con esta combinación de habilidades técnicas necesarias y atributos personales, como la curiosidad.
Sin embargo, no todos los directivos están de acuerdo con su valor inherente y muchas organizaciones luchan por promoverla y capitalizarla eficazmente en sus operaciones diarias. Las empresas que han adoptado la curiosidad suelen fomentarla a través de recompensas de la curiosidad en las revisiones del desempeño, permitiendo el uso del tiempo de trabajo para explorar proyectos que les apasionen y reconociendo públicamente a los empleados que demuestran curiosidad.
En resumen, la curiosidad mejora el compromiso y la colaboración. Las personas curiosas toman mejores decisiones, mejoran el desempeño de su empresa y la ayudan a adaptarse a las condiciones inciertas del mercado y las presiones externas; y los directivos lo saben: la curiosidad está demostrando ser un activo diferenciador que es cada vez más esencial para el rendimiento y el éxito empresarial.