De acuerdo a Hubspot, el liderazgo intelectual es una táctica que utilizan los especialistas en marketing de contenido para generar credibilidad para ellos mismos o para los líderes de su empresa. El objetivo principal del liderazgo intelectual es ser reconocido como un experto y ser utilizado como un recurso de referencia en su campo. Para convertirse en un líder de pensamiento, uno puede crear y promover contenido educativo y útil y participar activamente en la comunidad de una industria, particularmente a través de redes sociales.
La razón por la cual el liderazgo intelectual es un elemento básico para obtener una ventaja competitiva, es porque la confianza es un requisito previo y el liderazgo intelectual es una forma de generar confianza.
Si bien hay muchas vías a través de las cuales los líderes de opinión pueden comunicarse, LinkedIn
siempre se posiciona entre las preferidas. ¿Por qué? por su capacidad para recopilar comentarios
honestos y generar conversaciones entre los participantes a nivel global.
Pero si bien, esta red se ha posicionado como la más apropiada para estos fines, hay que saberla utilizar. Como cualquier publicación externa que se produzca, posicionar a un líder de pensamiento de primer nivel en LinkedIn debe comenzar por conocer a la audiencia deseable.
Esto parece obvio, pero a veces los estrategas y los generadores de contenido consideran a los
usuarios de LinkedIn como una “especie común”, y definitivamente no es el caso. Es vital pensar en lo que es valioso para la audiencia, saber: ¿Qué preguntas están haciendo? ¿Qué pueden aprender del contenido con el que están interactuando? y así, descubrir cómo alinear la propuesta de valor de la marca y evitar el riesgo de caer en uno de los primeros escollos de la distribución de contenido de liderazgo.
Otra consideración importante, es tener objetivos bien planteados desde un principio. El liderazgo intelectual debe concebirse como una parte vital para contar la historia de una marca y no como una parte aislada de la identidad de la marca para el líder individual; los objetivos del liderazgo intelectual deben ser similares a los del negocio.
La efectividad dependerá también de la regularidad, tanto en la presencia como en el contenido. Ya que se tiene definido el tópico, hay que presentarlo con frecuencia y en diferentes formatos.
No necesariamente tiene que ser opinión, se puede abrir el diálogo, invitar a otras personas interesadas en el tema a enriquecer los contenidos o incluso la posibilidad de encuestas o gráficos. Hay que hacer trabajar el algoritmo con tres presencias semanales y el uso apropiado de hashtags.
Incluso habiendo definido el mensaje, la audiencia y la estrategia, se necesitará de un líder propicio para transmitir la historia que se está tratando de contar. Para ello, es fundamental integrar un grupo adecuado de expertos y conocer sus puntos fuertes con anticipación para aprovecharlos en las oportunidades adecuadas.
La selección y desarrollo de un grupo de expertos requiere de un trabajo esmerado. Deben de ser entrevistados no solo con el fin de conocer no solo conocer sus áreas de experiencia, sino también que les emociona, cuáles son sus pasiones. El liderazgo intelectual realmente cobra vida cuando tiene actores que se preocupan profundamente por el tema.
Todas estas acciones aquí expuestas, están dirigidas a conseguir el objetivo principal del liderazgo innovador, que es generar confianza con el público objetivo. El primer paso para ganar la confianza es mostrar conocimiento y sabiduría para aportar, no algo para vender. Cuanto más confíe su audiencia en su palabra, mayor será su autoridad y, establecer autoridad en LinkedIn es la mejor manera de interactuar con una comunidad profesional.
