Por Juan CƔrdenas
Twitter: @Desautomatas
He escuchado ya demasiadas veces sobre la maravilla de las redes sociales y literalmente, la revoluciĆ³n que estĆ”n suscitando o representan.
Primero una rĆ”pida revisiĆ³n de tĆ©rminos. Responsabilidad es reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente, o bien, de algo dicho o escrito. Hay que ser responsables de lo que digamos (lo hayamos razonado o no). Una revoluciĆ³n es un cambio rĆ”pido y profundo en cualquier cosa, geopolĆticamente un cambio violento en las instituciones polĆticas, econĆ³micas o sociales de una naciĆ³n.
ContinĆŗo, de ninguna forma creo que las redes sociales estĆ©n a la altura de una revoluciĆ³n y creo que es irresponsable afirmarlo, sobre todo en MĆ©xico. Para empezar, las mencionadas redes sociales son en realidad redes sociales digitales – Facebook, Twitter, YouTube, Foursquare, Tout, GetGlue, Last.fm, Hi5, Myspace, etcĆ©tera-, lo cual las hace dependientes de un servicio, que a su vez estarĆ” proporcionado por alguien y en cierta medida tambiĆ©n controlado o supervisado. Cada vez hay mĆ”s regulaciones al respecto y no es un territorio libre ni mucho menos. SĆ es mucho muy difĆcil de controlar y eso permite gran libertad de expresiĆ³n y acciĆ³n, pero esto sucede para bien o para mal.
Tomemos al mĆ”s popular del momento, Facebook, muy bien conocido en MĆ©xico, basta ver los nĆŗmeros (Āæorgullo o vergĆ¼enza?). Aunque en Facebook hay pĆ”ginas, grupos y usuarios dedicados a causas altruistas, informativas, empresariales, emprendedoras, yo quĆ© sĆ©, la mayorĆa lo usamos para publicar una vieja canciĆ³n ochentera, las fotos de la boda de Lupita o algĆŗn video segĆŗn nosotros graciosĆsimo. Pocas son las utilidades sociales revolucionarias. Vean sus pĆ”ginas mĆ”s populares.
La victoria presidencial de Barack Obama fue muy publicitada y hubo quien dijo que su victoria se dio gracias a la estrategia en redes sociales. Por supuesto ayudaron, pues se acercaron al grupo activo en lĆnea como nunca antes habĆa ocurrido (porque antes no existĆa). La revoluciĆ³n en Egipto a principios de este aƱo fue publicitada como una que sucediĆ³ gracias a Facebook, cuando esto sĆ³lo fue el movimiento mediĆ”tico para difundir algunos mensajes, pero no tuvo nada que ver con la organizaciĆ³n activa social que se llevĆ³ a cabo en las calles y que logrĆ³ el cambio.
ĀæSon una gran herramienta y estĆ”n cambiando algunas Ć”reas? Sin duda. La publicidad y la mercadotecnia, por ejemplo, se han visto muy favorecidas, debido a los bajos costos para llegar a determinados grupos, por ende las marcas y todo tipo de servicios, habrĆ” que ver la utilidad. AdemĆ”s, echen un ojo a los videos mĆ”s vistos en YouTube, a las campaƱas virales exitosas, o al Top 10 en nĆŗmero de seguidores en Twitter. Si ellos liderarĆ”n una revoluciĆ³n no serĆ” una de la cual quiera formar parte.
QuizĆ”s al responder ĀæHan transformado las redes sociales mi vida?, muchos de ustedes contesten que sĆ. Ustedes tienen acceso a internet y casi todos serĆ”n activos en al menos una red social. Pero respondan a la pregunta ĀæQuĆ© han hecho las redes sociales por mejorar a MĆ©xico? ĀæTenemos hoy un MĆ©xico mĆ”s seguro? ĀæNuestra poblaciĆ³n estĆ” mĆ”s educada? ĀæSaben ustedes mĆ”s sobre lo que sucede en Durango, Tamaulipas, Colima? ĀæQuĆ© han hecho ustedes por mejorar su sociedad a travĆ©s de las redes? ĀæUn RT? ĀæUn e-mail para āfirmarā una causa?
Es una fortuna que contemos con ellas como una oportunidad que antes no tuvimos. Y sĆ son hoy en dĆa una diferencia, pero no una revoluciĆ³n, no estĆ”n cambiando la forma en la cual funciona todo. En MĆ©xico, hoy en dĆa hay lugares incomunicados, sin luz, vamos, con esclavitud; o sin ser tan extremista, lugares donde las autoridades pĆŗblicamente hacen anuncios anti-homosexuales, se prohĆben narcocorridos, minifladas, se encarcelan inocentes, se solapan corruptelas. Los ciudadanos, internautas o no, en general lo permitimos o somos partĆcipes de algo, aunque sea por miedo.
Estos ejemplos pueden ser (y son) bien combatidos, tal vez muchos tratan de hacer su parte, de ser responsables, de aprender o difundir conocimiento; pero al menos en MĆ©xico no se verĆ”n reflejados significativamente hasta que no sea la prensa escrita, la radio y, sobre todo, la televisiĆ³n las que difundan estos esfuerzos. La revoluciĆ³n surgirĆ”, si ocurre, del pensamiento, la educaciĆ³n y la respuesta social en las calles. Entonces serĆ” reflejada en las redes sociales tanto como en los diferentes medios, y sĆ, con un acercamiento distinto y seguramente con mĆ”s opciones, nada mĆ”s.