La inmediatez, la comodidad y la flexibilidad ya no serán valores añadidos en los productos y servicios, sino atributos implícitos en la mente del consumidor ante el mundo que lo rodea.
Las nuevas generaciones compran alrededor de “la experiencia” y no los productos en sí. Matthew B. Crawford en su libro The World Beyond Your Head Quotes señala que la publicidad que alude al interés propio, aleja a los consumidores de hoy en día.
A partir de ahora, para conectar con el consumidor, las marcas deberán partir desde una hiper–personalización. Las tecnologías como: el Internet de las cosas, el Big Data y la inteligencia artificial, serán herramientas clave para el desarrollo de nuevas estrategias de mercadotecnia que sean compatibles con las necesidades del mercado.
Por otro lado, un error común es utilizar estas tecnologías de manera invasiva. Es necesario encontrar un punto medio en donde medios digitales sirvan para fidelizar con el cliente sin forzar una relación.
Hay algunas acciones que definitivamente las marcas deben evitar a toda costa.
Por ejemplo, el Big Data. Gracias a esta tecnología las marcas tienen acceso a información sobre el comportamiento de sus clientes en línea. Desde registros de llamadas, hasta suscripciones, clics, tiempo que pasan en un sitio, etc.
Sin embargo, de acuerdo con un estudio de SAP Hybrids, el 80 porciento de los usuarios abandonan a las marcas a causa de la utilización de datos personales sin su consentimiento. Lo que demuestra que debe existir un equilibrio entre la obtención de datos y el uso que cada marca les da.
Otra cosa que molesta al usuario, es recibir contenido irrelevante. En este sentido, el content marketing juega un rol esencial. Ahora las audiencias son más exigentes en cuanto a la calidad de la información. El contenido del futuro deberá ser personalizado, sustancial y congruente, además de tener fuentes confiables.