- Según la Profeco, una salsa catsup necesita contar con al menos un 44.4 por ciento de jitomate natural.
- Cuatro marcas de catsup contienen, más bien, altos contenidos de jarabe de maíz y fructuosa.
- Son ingredientes que no abonan a la salud pública y generan diabetes, entre otros males.
Los productos comestibles procesados se convierten en elementos que deben ceñirse a reglas de mercado, de etiquetado y a un control de calidad mínimo para ser aceptados dentro.
Las diferentes marcas de catsup se convierten en un elemento muy socorrido para cierto tipos de alimentos y la oferta de marcas en México es amplia, por eso se convirtieron en elemento de análisis por parte de la Procuraduría Federal del Consumidor de México y el estudio arroja elementos de gran interés y el más llamativo es que algunas de estas marcas no poseen el mínimo de ingredientes que exige una norma mínima de calidad.
Según la Profeco, una salsa catsup necesita contar con al menos un 44.4 por ciento de jitomate natural entre sus ingredientes, sin espesantes, colorantes ni conservadores.
El análisis de cuatro marcas de salsa catsup que se comercializan en México encontró que, en lugar de jitomate, se suele integrar jarabe de maíz de alta fructuosa, lo cual representa un ingrediente que puede generar daños en la salud por su alto contenido de azúcares.
Así, se determinó que la marca Embasa contiene un 55 por ciento de jarabe de maíz de alta fructuosa, mientras que Heinz, La Costeña, Del Monte y Clemente Jacques alcanza un 42 por ciento.
La propia Profeco indica que los daños que puede provocar un alto consumo de fructuosa se relacionan directamente con el sistema cardiovascular y la propensión a la diabetes, que es uno de los males que aquejan con mayor fuerza al panorama de la salud pública en México actualmente.