México, D.F. – Una de las cosas más comunes que vemos en un punto de venta son precios que terminan en .99 o .90 centavos, lo cual nos lleva a preguntarnos el motivo de hacerlo, pues la cantidad a la que se acerca con la actual no es muy relevante. Te diremos los motivos por los que ocurre.
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De acuerdo con el estudio elaborado por Vicki Morwitz y Manoj Thomas de la Universidad de Nueva York se señala que la diferencia mínima de precio puede traer repercusiones en las ventas además de que tiene un sentido psicológico para el consumidor, ya que les brinda la sensación de estar pagando menos por un producto.
Un ejemplo de esto –se señala– es cambiar un $3.00 a $2.99 o $2.90, pues en realidad si se paga menos, pero es una diferencia mínima para consumidor y máxima para el proveedor.
Por otra parte el sitio Nine Commerce indica que los precios terminados en nueve sólo reflejan los centavos adicionales, por lo que no se les presta demasiada atención. Por otra parte estos costos tienen un mejor impacto en las ventas.
También señalan que estas cantidades son más efectivas por nuestra naturaleza de leer de izquierda a derecha, lo cual deja la cantidad en el último lugar y sitúa como la más importante los primeros dígitos. Además de que cuando los precios son muy bajos se acostumbra a desperdiciar los centavos y quedarnos con el primer valor entero.
Por último la publicación de nombre Mind your pricing cues afirma que los vendedores como Ralph Lauren utilizan precios sin centavos, es decir “enteros” y sólo los implementan cuando se trata un producto en oferta, por lo cual el .90 o .99 también pueden fungir como productos con descuento.