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De acuerdo con Ford, tendrá que pagar a las autoridades de Brasil unos cuatro mil 200 mdd por cerrar sus plantas en el país
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Asimismo, la salida de la automotriz provocará la pérdida de cinco mil empleos directos en la nación sudamericana
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El gobierno de Jari Bolsonaro ha sido uno de los que peor ha manejado la crisis de la COVID-19, pues está entre los países con más infecciones
Ayer, Ford anunció que cerraría tres de sus plantas de producción en Brasil. La pregunta que se hace buena parte del entorno es, ¿por qué? De acuerdo con Reuters, el presidente de la nación sudamericana, Jair Bolsonaro, ha pintado la decisión de la compañía como un simple caso de codicia empresarial. El mandatario señaló que su gobierno canceló varios subsidios multimillonarios, lo que significa que la organización comercial ya no generaría tantos ingresos.
Bolsonaro, en redes sociales, dijo que Ford solo “quiere subsidios”, y por eso ha decidido salir de Brasil. Ya en anteriores ocasiones, el mandatario había criticado a administraciones en el pasado por gastar miles de millones de dólares (mdd) para sostener la iniciativa privada. A la vez, criticó que ni estos esfuerzos ayudaron a evitar la pérdida de miles de empleos. En ese sentido, llamó a la automotriz a “decir la verdad” sobre el cierre de sus plantas en la nación.
Decisión estratégica de Ford: La otra explicación
También en información de Reuters, la firma JP Morgan ha salido a defender la decisión de la automotriz como parte de su plan estratégico. De acuerdo con analistas de la compañía, Ford podrá reducir sus pérdidas operativas con el cierre de sus tres fábricas en Brasil. Lo anterior no solo ayudaría a incrementar su rendimiento potencial. También ayudaría a limitar el mal desempeño de sus ventas a una escala internacional, que no han sido ideales en el pasado.
De acuerdo con los analistas de JP Morgan, las operaciones de Ford en Sudamérica resultaron en una pérdida neta de 200 mdd en 2019. Con los ajustes que se han hecho en los últimos meses en esta región, se espera que la automotriz presente una cuenta cercana a cero para el final de 2020. Y en el futuro, podría contribuir a que la empresa cimiente mejores márgenes de ganancias, algo que ha sido uno de sus grandes objetivos empresariales desde hace años.
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Enfrentando los problemas a futuro para la industria
El drama de Ford en Brasil ayuda a acentuar la situación tan complicada en la que se halla el sector automotriz todavía. De acuerdo con el Detroit Free Press, es poco probable que las operaciones de esta industria puedan volver a la normalidad, en especial en naciones como Estados Unidos (EEUU). Lo anterior, porque la pandemia de COVID-19 no solo sigue presente, sino que en muchas regiones ha pasado a una renovada etapa de transmisión y peligrosidad.
Al mismo tiempo, la decisión de Ford refleja lo que deben hacer las compañías del mercado en el largo plazo para recuperarse. Independientemente si los subsidios tienen que ver o no, lo cierto es que la operación en Brasil no está dando los resultados esperados. Y de acuerdo con The Economist, al final de 2021 debería verse un avance de doble dígito porcentual para este sector. Así que es necesario buscar formas de crear negocios mucho más ágiles en el futuro.
Subsidios al sector automotriz: No solo son Brasil y Ford
Cabe destacar que, a raíz de la crisis sanitaria global, varios gobiernos han tenido que poner recursos para asegurar la supervivencia de las rivales de Ford. En mayo del año pasado, el gobierno de Francia advirtió que Renault necesitaba urgentemente una inversión para poder seguir en pie. Incluso se llegó a plantear la posibilidad que la marca desapareciera de la industria si no recibía urgentemente recursos públicos para continuar pagando sus cuentas.
Algo similar ocurrió a Fiat. También en mayo pasado, la empresa italo-americana había pedido la ayuda del gobierno de Italia para sobrevivir. La rival de Ford, en específico, pidió una línea de crédito de seis mil 300 millones de euros. Sin embargo, para que se le otorgara el dinero, se le habrían puesto varias condiciones a la organización. Entre ellas, comprometerse a que estos recursos se quedaran en su mayoría en el país europeo, así como mantener plazas de trabajo.