Ir a un estadio de futbol a presenciar un partido o verlo por televisión en casa o en un restaurante, se ha convertido en un elemento de entretenimiento semanal entre las familias mexicanas. De las 52 semanas del año, en 34 semanas tenemos jornadas de temporada regular, más 6 semanas de 2 liguillas semestrales por disputar el campeonato, hace un total de 40 semanas de futbol mexicano.
Entretenimiento todo el año y con mucho alcance
Durante el año sólo tenemos 12 semanas sin el campeonato local, pero por ahí nos encontramos torneos internacionales como los mundiales, el futbol en juegos olímpicos, copa América, copa Oro y otras más, que podemos hablar que realmente sin futbol podemos tener 6 o 7 semanas por año, es decir, 3 semanas cada semestre sin poder ver nuestro deporte.
Por ejemplo un clásico América vs Chivas puede tener como audiencia, según la consultora HR Media, unos 18 a 20 millones de televidentes y raitings de 26 puntos. En cuanto asistencia a estadios, durante un torneo de 17 jornadas en 2016 se calculó un total 4 millones 250 mil asistentes a los diferentes estadios. En promedio por estadio y partido, se estima que asistan casi 28 mil personas.
¿Cuáles son nuestros hábitos de consumo en futbol?
Según algunos estudios cualitativos sobre perfiles de consumo en futbol donde he estado involucrado, hay un grupo de gente que tienen una necesidad muy específica cuando ve un partido. Generalmente son hombres, adultos de nivel socioeconómico medio y medio alto que ven al futbol generalmente por televisión y los consideran n deporte, no como un espectáculo, por lo que prefieren ver los partidos en un ambiente tranquilo, sin tantas distracciones, gritos y rodeados de gente que también aprecia el deporte. Se fijan mucho en la estrategia, la táctica, se cuestionan alineaciones, se proyectan tanto como “jugadores” y como “directores técnicos”.
Para este segmento, el ver un partido completo, o estar pendiente de cómo va el marcador y hasta ver las repeticiones de los goles de todos los partidos, es un hábito muy arraigado. Siguen a su equipo pero también les gusta ver partidos donde otros equipos jueguen, lo importante es ver futbol!
Hay otro grupo que normalmente son hombres y mujeres por igual, adultos y adultos jóvenes de nivel socioeconómico medio, que ven al futbol más como un espectáculo que como un deporte, esto les hacer sentir emociones de todo tipo, desde alegrías hasta tristezas. No se pierden un partido, ya sea yendo al estadio o reuniéndose en casa para verlos por televisión, siempre rodeados de amigos o familia en un ambiente de fiesta.
El ambiente festivo, pasarla bien y divertirse es la necesidad que cubre el futbol, y evidentemente cuando no se tiene, pues perdemos una alternativa de esparcimiento y de convivencia.
Jugoso medio para las marcas y para hacer mercadotecnia
Por su lado, las marcas comerciales a través de patrocinios, las televisoras comprando los derechos de transmisión para posteriormente vender publicidad, centros de consumo y muchos otros negocios ven al futbol como un medio muy rentable para sus estrategias de mercadotecnia.
En consecuencia a este hábito de consumo y de la expansión de los medios de comunicación, el negocio del futbol ha crecido mucho en las últimas décadas, a tal grado que por ejemplo el grupo de televisión paga Sky pagó 6 mil 400 millones de dólares para transmitir en vivo 126 partidos de la Premier League del futbol inglés por temporada desde 2016 a 2019.
Estas cifras que hace unos años eran impensables en el futbol mundial, demuestran que la masividad, lo atractivo como forma de entretenimiento para la población, han convertido a este deporte en un estupendo negocio en la industria del deporte, pero más en realidad, en el negocio de los contenidos y entretenimiento.
Por estas razones, se entiende por qué extrañamos tanto estos 2 fines de semana sin futbol mexicano.