Mucho se ha dicho sobre lo importante que resulta un empaque para cualquier marca. Este activo es algo más que el elemento que permite mantener sanos y salvos los productos que llegan al consumidor final. En realidad, se trata de un elemento que puede decir mucho sobre la historia de una marca y que, en más de una ocasión, se ha se han convertido en un productos de culto. Coca-Cola lo ha demostrado recientemente.
En principio es justo reconocer que a decir de un estudio realizado por C Space el 39 por ciento de los consumidores confía en una marca gracias a la presentación o empaque que caracterizan sus productos, por lo que cumplir con sus expectativas puede motivar una decisión de compra.
Al ser más específicos, cuando menos en mercados como el mexicano, el empaque es factor para incrementar el valor de un producto. El 69 por ciento de los consumidores en México están dispuestos a pagar más por un producto que tenga un buen packaging, según las conclusiones del Estudio Packaging elaborado por el Departamento de Investigación de Merca2.0.
En medio de este contexto, ahora una botella clásica de Coca-Cola se ha convertido en la más cara del mundo luego de que una persona decidiera pagar en una subasta cerca de medio millón por ella.
Los hechos
La botella en cuestión fue lanzada en medio de los Juegos Olímpicos de 1988, jugados en Corea del Sur.
Del empaque en cuestión, del que es considerado uno de los patrocinadores más antiguos de la justa deportiva, se vendieron y entregaron miles de ejemplares; sin embargo, la mayoría de las piezas, como indican desde el portal Rarest.org, prácticamente desaparecieron.
Lo cierto es que reciamente apareció una botella de Coca-Cola de aquella edición en eBay que jamás fue abierta y que conservaba el embalaje que la acompañaba caracterizado por ser de cartón y tener plasmada la mascotas de las olimpiadas de aquel año: Un tigre que fue bautizado como “Hodori”.
Esto abrió las puertas a que los coleccionistas decidieran fijarse en sus billeteras y apostar por una presentación de Coca-Cola prácticamente clásica.
Lo que hay detrás
Estos movimientos alrededor de los productos de la marca deportiva, dejan en claro dos premisas que cualquier firma comercial debería de tener en el radar. Por lado, el legado de una marca va más allá de lo funcionales o innovadores que puedan ser sus productos; mientras que por otro, habla del valor que tiene la historia detrás de cualquier empresa.
Hablamos de los bienes intangibles de la marca que en el caso de Coca-Cola se han sabido capitalizar con creces en más de una ocasión.
De acuerdo con el ranking de las marcas más valiosas del mundo, firmado por Visual Capitalist, Coca-Cola se ubica en la sexta posición, con un valor estimado de 57 mil millones de dólares.
Si bien estas cifras tienen mucho que ver con cuestiones relacionadas con ventas e ingresos, la realidad es que también son resultado del heritage de la firma, el cual se ha construido a lo largo de la historia gracias a una buena gestión de los medios intangibles de la misma como son la reputación, la imagen o las experiencias de marca.
Y es que como lo indican desde Corporate Excellence – Centre for Reputation Leadershipe, estos activos que la marca no puede comercializar de manera física pero que son intrínsecos a cada uno de sus productos representan el 80 por ciento del valor total de una empresa.