Es poco probable que comprar un producto de maquillaje nos deje en la bancarrota, pero cuando hacemos la suma de todo los artículos que utilizamos diariamente como bases, mascaras, delineadores, etcétera, nos damos cuenta de que hemos desembolsado cantidades copiosas de dinero.
De acuerdo con Statista, el consumo anual por persona en maquillaje en Estados Unidos asciende a 638 dólares; y si se suma lo que una persona gasta en estos productos a lo largo de una vida, la cantidad promedia unos 15 mil dólares.
Sin embargo, los ingredientes que componen estos productos normalmente no sobrepasan el 15 por ciento de su costo, de acuerdo con Randy Schueller, químico especialista en cosméticos y co fundador del sitio especializado en la ciencia detrás del maquillaje, TheBeautyBrais.com.
En entrevista para Quartz, Schueller aseguró que lo que pagamos por el maquillaje no corresponde al costo de los ingredientes, sino a los gastos que las empresas realizan en marketing, empaque y prestigio de la marca. Por esa razón un lápiz de labios, que está compuesto por cera, aceite y pigmentos, puede costar más de 400 pesos en una tienda departamental.
“El precio no tiene correlación con la calidad cuando se trata de productos cosméticos”, afirmó el experto. De hecho, el empaque es uno de los puntos en los que las marcas se están concentrando más últimamente, al punto de que la industria incluso entrega premios a los mejores empaques.
Los puntos de venta son uno de los esfuerzos de marketing que las compañías nos cobran cuando compramos un producto. Cuando adquirimos un delineador en una tienda departamental, estamos pagando por los aparadores o los sueldos de los demostradores, mientras que si compramos un delineador en una farmacia, no hace falta más que tomarlo del anaquel, y por ende su costo es menor.
De acuerdo con la firma de investigación NPD, otro factor que incrementa el costo del maquillaje es la inversión que las marcas hacen en productos de prueba o muestras gratuitas, que constituyen otro esfuerzo de marketing. La firma señala que en la industria de los cosméticos hay un interés creciente por las marcas de mayor prestigio que por aquellas de distribución masiva, y por ello, las ganancias globales de la industria alcanzaron 57 mil millones de dólares durante 2014, según la firma Euromonitor.
Por esta razón, por lo menos en cuanto a maquillaje, que un producto sea más caro no significa que sea de mejor calidad. El precio de un producto simplemente refleja lo que el consumidor está dispuesto a pagar por él.