SeaWorld, Ringling Bros. and Barnum & Bailey, Circo Atayde, alguna vez fueron marcas valiosas relacionadas con el entretenimiento. Hoy los espectáculos con animales están condenados a desaparecer y parece que nada puede evitarlo. ¿Por qué este cambio tan radical en lo que antes era considerado divertido? Es una cuestión de hábitos de consumo.
A lo largo de la historia de la humanidad, animales exóticos han sido capturados para ser exhibidos en las ciudades lejanas a sus hábitats o se les ha enseñado trucos para divertir a niños y grandes. Fue en el siglo XVIII cuando Philip Astley creó en Inglaterra lo que se considera el circo moderno. A partir de entonces el espectáculo se llevó a prácticamente todo el mundo.
Hoy los circos son vistos por muchos como algo maligno e incluso existe legislación en varios países para prohibir el uso de animales con fines de entretenimiento.
El circo Ringling Bros. and Barnum & Bailey se fundó hace 146 años y es uno de los más famosos del mundo. Opera un par de espectáculos itinerantes y durante décadas fue la insignia de la industria circense. Dentro de unas semanas dejará de operar.
En enero pasado, la empresa Feld Entertainment, grupo al que pertenece el famoso circo, anunció que los últimos espectáculos se realizarán en mayo de este año. Aseguró que la razón del cierre del “show más grande en la Tierra” se debe a la caída en las asistencias y el cambio en los gustos de los consumidores.
En la actualidad existe una mayor conciencia sobre el maltrato que sufren los animales utilizados en los circos o que viven en zoológicos. Esto llevó a que Ringling Bros. and Barnum & Bailey retirara a todos sus elefantes en mayo de 2016. Dichos paquidermos fueron llevados a un santuario.
Otro caso de compañías en problemas es SeaWorld, que durante los últimos años ha sido el blanco de críticas por el trato que da a las orcas de sus espectáculos. La idea de que lo que hace SeaWorld está mal se volvió popular más allá de los círculos de grupos de protectores de animales gracias el documental Black Fish, de CNN Films y disponible en Netflix.
El video cuenta la historia de una de las orcas de SeaWorld que estuvo involucrada en la muerte de tres personas, también es una dura crítica al sistema de captura, reproducción y mantenimiento de las ballenas asesinas en cautiverio. Cuando el documental se volvió popular las compañías Virgin America, Southwest Airlines, Taco Bell y otras, rompieron relaciones con SeaWorld.
Luego de un conflicto con el gobierno de California, SeaWorld dio a conocer que cerrará el famoso show de orcas en San Diego, conocido como el show de Shamú, para dar lugar a un nuevo espectáculo que, según el San Diego Tribune, llevará un mensaje “de conservación que inspirará a la gente a actuar”, esto a partir de este año.
SeaWorld Entertainment es una empresa pública, cotiza en la Bolsa de Valores de Nueva York, y en los últimos cuatro años ha perdido el 52.24 por ciento de su valor en el mercado.
¿A qué se debe la debacle de las compañías de entretenimiento con animales? Al cambio generacional, mayor acceso a la información y un incremento en la conciencia sobre el medio ambiente.
Para la generación X y baby boomers un show con animales es algo normal pero para amplios segmentos de los millennials y generación Z es considerado una aberración.
De continuar esta tendencia, en los próximos años veremos mayor presión para exigir el cierre de los zoológicos. Estos espacios localizados en su mayoría en ciudades medianas o grandes, surgieron bajo la idea de mostrar animales de otros lugares que la mayoría de las personas nunca podría ver en su hábitat natural.
En años recientes y con el acceso a la información en internet, las personas pueden aprender más sobre un animal en Wikipedia y YouTube que en un zoológico. A esto se suma una preocupación creciente sobre las condiciones en las que viven los animales en zoológicos no sólo de países emergentes sino también de regiones de altos ingresos.
Otros espectáculos con animales que podrían desaparecer en el futuro son las carreras de caballos y las sanguinarias peleas de gallos que son muy populares en México.
La opinión alrededor de los espectáculos con animales ha impactado a las empresas que se dedican a eso y es una muestra de que aunque se trate de tradiciones que datan de siglos atrás, el final puede llegar con un cambio generacional.