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El 67 por ciento de la fuerza laboral en el mundo convirtió al home office en una modalidad de trabajo.
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Un 39 por ciento de las empresas constatan que adoptarán el teletrabajo de forma permanente.
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Se reporta que menos del dos por ciento en América Latina recurrió al home office.
El mundo laboral sufrió varios cambios con la pandemia del Covid-19, en especial el formato en el que se trabaja hoy día. Ante eso, una nueva investigación reveló que el home office, puede disminuir la huella de carbono hasta un 58 por ciento en comparación con el trabajo en la oficina.
De acuerdo con un estudio de Adobe Forrester, el 67 por ciento de la fuerza laboral en el mundo convirtió al home office en una modalidad de trabajo y otro 39 por ciento de las empresas constatan que adoptarán el teletrabajo de forma permanente.
Asimismo, otro informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) arrojó que, anteriormente, solo un 20 por ciento de la fuerza laboral en Estados Unidos y menos del dos por ciento en América Latina recurrió al home office.
En México, según Statista, en el 2020, casi tres cuartas partes de los entrevistados en línea, un 72 por ciento, trabajaron en casa en algún momento durante los tres meses previos al sondeo. Únicamente un 27 por ciento de los encuestados no mudaron su oficina a su hogar durante el periodo de confinamiento.
Home office y la huella de carbono
Ahora, una nueva investigación encabezada por la Universidad de Cornell en Estados Unidos, analizó el potencial del trabajo a distancia para reducir la huella de carbono de los empleados.
En ese sentido, el estudio destaca que la pandemia aumentó la prevalencia del home office, el cual puede influir en la producción de gases de efecto invernadero “debido a cambios en factores como los desplazamientos al trabajo y el uso de energía residencial”.
Una investigación que evaluó las emisiones de gases de efecto invernadero de esa transición, por lo que tuvo en cuenta factores como las tecnologías de la información y la comunicación, los desplazamientos al trabajo, los viajes no relacionados con el trabajo y el uso de energía en oficinas y viviendas.
Asimismo, arrojó que los empleados que hacen únicamente home office tendrían una reducción del 58 por ciento en las emisiones de gases de efecto invernadero.
Mientras los denominados “in situ”, debido principalmente a un menor uso de energía en la oficina.
“Un día a la semana de home office redujo las emisiones previstas en solo un 2 por ciento. Por el contrario, de 2 a 4 días de trabajo a distancia por semana redujeron las emisiones de un individuo hasta en un 29%, en comparación con los trabajadores in situ”, revela la investigación.
Otro dato clave que dejó la investigación, es que el mayor uso de las tecnologías de la información y la comunicación tuvo un “efecto insignificante sobre las emisiones, mientras que el consumo de energía en la oficina y los desplazamientos no diarios por trabajo son importantes, escriben los investigadores”.
“Maximizar los beneficios medioambientales del trabajo a distancia depende de múltiples factores, como la elección del vehículo, el comportamiento en los desplazamientos y la eficiencia energética en hogares y oficinas”, destaca.
Y es así, como actualmente muchos especialistas están evaluando cuáles pueden ser los caminos que debemos tomar para sumarnos a cuidar el medio ambiente, en especial en una era actual donde la mayoría de personas o nuevas generaciones están más conscientes de la sostenibilidad.
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