Internacional. Mucha gente se pregunta cómo hacer una campaña con un mensaje ambiental sin que pase desapercibida por la comunidad. Y mientras muchos optan por el recurso de las estrellas de Hollywood y sus poderosos mensajes de conciencia, hay agencias que deciden recurrir a una de las estrategias más viejas en el manual del mercadólogo.
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Y es que no importa si el sexo está o no justificado en el mensaje, ya que -por lo regular- una campaña morbosa va a generar niveles adecuados de atención entre los espectadores.
Por suerte, en el caso del Singapore Environment Council, una forma de decirle al público que el 50 por ciento de las pequeñas partículas (sólidas o líquidas) de contaminación que dañan nuestros pulmones, provienen del uso inadecuado de los vehículos, fue recomendando a las personas que apaguen el motor de sus autos antes de entrar en la danza histérica del rechinar de amortiguadores, vidrios empañados y cuerpos contorsionados.
Con el mensaje “Make love not haze. Don’t let your engine idle”, la campaña alcanzó más de 19 mil reproducciones y más de 300 publicaciones compartidas en menos de 24 horas. Un hecho que demuestra el poder de la creatividad aplicada a las campañas en pro de la conservación del medio ambiente.
A continuación la campaña: