- Naftali Bennett advirtió a la empresa matriz de la firma estadounidense, Unilever, que habría consecuencias legales y de otro tipo.
- Ben & Jerry’s dijo el lunes que la venta de sus productos en Cisjordania y Jerusalén Este era “inconsistente con nuestros valores”.
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La mayoría de la comunidad internacional considera que los asentamientos son ilegales según el derecho internacional, aunque Israel lo niega.
Después de meses de silencio en las redes sociales, Ben & Jerry’s, una compañía famosa por sus fuertes posturas sobre temas progresistas, anunció su decisión de poner fin a sus negocios en el “territorio palestino ocupado”. Ben & Jerry’s ha autorizado durante las últimas tres décadas una fábrica en Israel que produce y distribuye helados en el país, así como en los asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén del Este.
La decisión de Ben & Jerry’s de dejar de vender sus productos de helado en la Cisjordania ocupada por Israel y Jerusalén Este ha sido recibida con feroces críticas por parte del establecimiento político israelí, incluida una advertencia del primer ministro, Naftali Bennett, de que la decisión tendrá “graves consecuencias” para Ben & Jerry’s y su empresa matriz, Unilever.
El anuncio del fabricante de helados, que también ha adoptado posturas políticas sobre la crisis climática y cuestiones de justicia social como Black Lives Matter , es una de las reprimendas de más alto perfil a la construcción de asentamientos israelíes hasta la fecha por parte de una marca conocida.
Aproximadamente 700,000 israelíes viven en asentamientos, construidos en tierras capturadas por Israel durante la guerra de 1967, que la mayoría de la comunidad internacional considera ilegales y un obstáculo importante hacia una paz duradera con los palestinos .
La oficina de Bennett emitió un comunicado el martes en el que dijo que el primer ministro había hablado con el director ejecutivo de Unilever, Alan Jope, sobre lo que llamó un “paso claramente antiisraelí”, y agregó que la medida tendría “graves consecuencias, legales y de otro tipo”. , y que [Israel] actuará agresivamente contra todas las acciones de boicot dirigidas contra sus ciudadanos ”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel también condenó la decisión como “una rendición a la presión continua y agresiva de los grupos extremistas antiisraelíes” y dijo que la compañía estaba cooperando con el “terrorismo económico”.
Primer ministro israelí: la prohibición de ventas de Ben & Jerry’s tendrá ‘graves consecuencias’
En una declaración en su sitio web, Ben & Jerry’s dijo que había reconocido “las preocupaciones compartidas con nosotros por nuestros fans y socios de confianza” y concluyó que las ventas en los territorios palestinos ocupados eran “inconsistentes con nuestros valores”, informando a su licenciatario de larga data que el El acuerdo de licencia no se renovará cuando expire a fines del próximo año. La compañía planea seguir vendiendo sus productos en Israel, pero a través de un acuerdo diferente.
El conglomerado británico Unilever adquirió Ben & Jerry’s en 2000, con la condición de que concediera a la heladera con sede en Vermont más autonomía que sus otras filiales para preservar la “cultura y misión social” de la empresa.
Una fuente política le dijo a la organización de noticias Haaretz que existían temores de que otras compañías internacionales pudieran seguir el ejemplo de Ben & Jerry bajo la presión del movimiento BDS, una iniciativa liderada por palestinos que aboga por boicots, desinversiones y sanciones contra las instituciones y empresas israelíes, que muchos israelíes denuncian como antisemitas.
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