• En total, ya se cuentan cerca de mil muertes por COVID-19 solo en Nueva York, según su gobernador

• Se estima que alrededor de cuatro mil 500 empleados de Amazon laboran en sus instalaciones de Staten Island

• Los primeros casos de enfermedad entre el personal se dieron tras un viaje a Seattle, también muy afectado por la epidemia

En las últimas semanas, las condiciones de la pandemia por la COVID-19 cambiaron de forma muy significativa. No solo China, el epicentro de la infección, está recuperándose de la crisis y lentamente volviendo a la normalidad. Además, en Estados Unidos (EEUU) la situación es cada vez peor, con ya casi el doble de enfermos de los que nunca hubo en el país asiático. Entre todo el caos, hay una marca en especial que podría ser una de las que más pierda: Amazon.

De acuerdo con Bloomberg, la compañía sufrirá de una huelga de empleados en Nueva York, la que hoy es fácilmente la ciudad peor afectada por la COVID-19 en todo el planeta. La idea es que alrededor de 100 empleados en uno de sus almacenes lancen su protesta en punto del mediodía, hora local. Se espera que estos colaboradores expresen su descontento ante todas las decisiones que han tomado los directivos de la marca. En especial, en cuestión de salud.

Los empleados exigirán a Amazon que el centro de envío en Staten Island sea clausurado por dos semanas. En este tiempo, exigirían también los colaboradores, la retailer debería limpiar y desinfectar apropiadamente el lugar. Durante esta paralización de labores, los empleados van a exigir que no se suspendan sus salarios. Dichas demandas se dan ante el miedo de contraer COVID-19, pues sus condiciones de trabajo impiden una correcta limpieza y distanciamiento.

Sobrevivir a la peor posición de marca ante la crisis de la COVID-19

Conforme los casos de infección incrementan en todo el mundo, el público en general está demandando a marcas y gobiernos hacer todavía más para reducir el número de contagios. En España, por ejemplo, se ampliaron las medidas de confinamiento ante la COVID-19, mientras que en Rusia se instauró un cierre de fronteras. Compañías como TV Azteca tuvieron que parar la producción de contenidos. Otras, como Starbucks, siguieron operando a pesar del riesgo.

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Amazon está en una posición particularmente compleja ante la COVID-19. Claro, es una de las pocas compañías que ha podido seguir operando y generando ingresos a pesar de la crisis. Sin embargo, por la naturaleza de la pandemia, el solo mantener sus operaciones en marcha y a la vez proteger a su comunidad de empleados está resultando un enorme reto. No solo en la parte económica y financiera, sino también en cuestión de imagen y reputación de la marca.

Por desgracia, la retailer online está en una situación de perder-perder. Por la forma en la que se comporta la COVID-19, será inevitable que una buena parte de sus colaboradores caigan enfermos. Ante la tensa situación social desatada por la pandemia, tendrá que realizar gastos extraordinarios para asegurar que estos empleados no dejen de recibir su salario. Y aún así no es seguro que la marca no reciba críticas de los agentes externos. Así que el costo será alto.

Sacrificios ante el coronavirus

Hay que remarcar que la compañía de Jeff Bezos no es la única que parece que tendrá que sacrificar mucho más de lo planeado para superar la crisis por la COVID-19. El líder del Banco de Pagos Internacionales, Agustín Carstens, recomendó hace unas horas a bancos centrales el incrementar su gasto para asegurar la continuidad de la economía global. Liverpool, por su lado, prometió retrasar el pago por algunos meses, aunque su ayuda viene con “condiciones”.

Por supuesto, hay más decisiones difíciles que se han tomado ante la COVID-19. De acuerdo con MSN, varios supermercados invertieron mucho dinero en barreras para evitar infecciones en las cajas y líneas de pago. A eso se debe sumar que, en datos del Financial Times, médicos locales buscan casos no registrados de coronavirus en China. En general, según el HuffPost, todo el personal de salud está librando una enorme batalla a nombre del resto de la población.