Por Alvaro Rattinger
Twitter @varu28
El día de ayer me encontré una amiga que dirige una pequeña clínica dental en México y entre muchos otros temas surgió la obligada plática sobre marketing. Estoy convencido de que cada marca se beneficiaría de tener un mercadólogo, con esa pasión me levanto cada mañana. No importa si eres una clínica o un gran corporativo, implementar estrategias de mercadotecnia, publicidad o medios tendrá un impacto positivo en el negocio.
Si eres mercadólogo debes pensar en la gran oportunidad que hay de sacar marcas adelante que ni siquiera han pensado en mercadotecnia. Mi amiga me dijo, “el marketing cuesta mucho dinero y es para empresas grandes” mi respuesta es simple, la mercadotecnia cuesta de manera proporcional al mercado objetivo que se desea alcanzar. Si eres una empresa pequeña tu inversión inicial será baja, conforme existan resultados invertirás más, es un ciclo virtuoso.
El reto en definitiva está en saber en qué tipo de mercadotecnia invertir, si necesitas presupuesto publicitario o si una estrategia de relaciones públicas resulta el mejor camino. En mucho casos las respuestas a estas preguntas están a una buena consultoría de distancia. Lo más importante es entender que la mercadotecnia no es una ciencia exacta, no hay fórmulas mágicas y que de la misma manera que todas las cosas buenas de la vida, el éxito se da en el largo plazo.
México y Latino América necesitan de una visión democratizada del marketing, tenemos que hacer que cada marca tenga al menos 1 mercadólogo impulsando sus esfuerzos de mercado. Si algo sobra en la región es talento y creatividad, es indispensable que se trabaje en cotejar esta realidad con empresas en posición de invertir. La cultura empresarial de la zona estipula invertir en administración, finanzas, operaciones, maneja de inventario y tecnología, pero no se observa la inclusión forzosa de marketing en la ecuación. Si deseamos cambiar el rumbo de nuestros países es importante cultivar la cultura de marketing dentro de empresas chicas y grandes.
El mejor promotor de los beneficios del marketing es el mismo mercadólogo, que deberá invertir tiempo en promover las virtudes de la disciplina y no sólo de sus habilidades personales. El trabajo comienza en casa, al hablar con padres, hermanos, tíos y conocidos, pero necesitamos actuar también a nivel gubernamental, sólo así se podrá permear el mensaje con la rapidez que la situación requiere.