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El grupo de empleados-activistas de Amazon se formó durante la segunda mitad de 2018
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Su objetivo es convencer a la dirección de la retailer de cambiar sus actividades de negocio en favor del medio ambiente
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Algunas de sus demandas han sido presentadas ante la junta de accionistas, y a su vez rechazadas por los comités
La relación entre las empresas y la prensa es volátil e inestable, por decir lo menos. De inicio, varias compañías e instituciones utilizan a los medios de comunicación ya sea como un canal para marketing de contenidos o directamente para publicidad. Al mismo tiempo, como lo demuestran casos como Huawei, Amazon y Boeing o Google y Apple, son también vehículos que agravan las crisis que sufre su marca. Así pues, no siempre están en los mejores términos.
De todas formas, son interacciones que todas las empresas necesitan. Marketing Donut, cree que mantener un contacto con medios es de las mejores formas de publicitar a un negocio en el largo plazo. BLASTmedia apunta que las relaciones con medios no pueden confundirse con Relaciones Públicas, en especial en casos de marcas tan grandes como Amazon, Google o Facebook. Además, según Articulate, hay un aspecto muy humano envuelto en esta dinámica.
Por supuesto, la forma en la que cada empresa aborda el reto de la relación con la prensa es muy distinto. Buena parte de las compañías permiten que las agencias de Relaciones Públicas también manejen su interacción con los medios de información. Hay otros negocios que optan por un trato más personalizado y cercano, para tener control directo de los datos que circulan entre los periodistas. Hay algunos más que, como Amazon, tienen reglas mucho más estrictas.
Una presunta amenaza de Amazon a sus empleados
Bloomberg reporta que varios colaboradores de la compañía de Jeff Bezos recibieron fuertes advertencias de sus superiores. Todos habrían sido amenazados, de una forma u otra, con su despido inmediato si seguían discutiendo asuntos internos de la empresa con otros agentes, entre ellos la prensa. Lo que llama la atención es que todos estos individuos son parte de grupos de activistas que luchan contra las prácticas dañinas al medio ambiente de Amazon.
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Maren Costa, diseñadora de experiencia de usuario de Amazon, apuntó que recibió esta amenaza poco después de hablar con el Washington Post. La mujer, parte del grupo Amazon Employees for Climate Justice, dijo que varios superiores advirtieron que hablar con prensa y en redes sociales viola las políticas de la marca. Por su parte, una vocera de la empresa dijo que los colaboradores pueden sugerir e impulsar cambios y mejoras, pero en canales internos.
El riesgo de una mala cultura organizacional
Amazon no es la primera compañía que se ve afectada por las acciones de sus colaboradores. Hace unas horas un ex-directivo de Google acusó a la marca de participar de forma voluntaria y entusiasta en varias violaciones de Derechos Humanos. En agosto, varios empleados de marcas como Cinépolis, Yak y Carl’s Jr revelaron varias “mini-estafas” a los consumidores. Por su lado Uber recibió críticas y hasta demandas por no considerar sus socios como empleados.
Hay que ir más allá de la presunta amenaza de ejecutivos de Amazon hacia sus empleados-activistas. El problema de fondo en la gigante de retail no es que sus colaboradores estén acudiendo a la prensa. La cosa es que lo están haciendo con la esperanza de ejecutar un cambio contundente en la compañía. Esto, porque es claro que se han dado cuenta que no han tenido éxito usando los canales oficiales de los que disponen dentro de la compañía.
La cosa con Amazon es que es un excelente ejemplo de los problemas y retos que surgen cuando una empresa no tiene una cultura organizacional sólida y positiva. Si los colaboradores se hubieran sentido escuchados desde adentro, no habría necesidad de ir a la prensa a crear un escándalo. Las compañías tienen que invertir en ambientes de trabajo en los que se apoye y escuche a los individuos. Si no, tarde o temprano la presión tendrá un impacto externo.