Recuerdo que cuando niño, era tradición, el primer domingo de diciembre pasar un momento en familia poniendo el arbolito de Navidad, con muchas esferas, luces, guirnaldas, estrella y otras decoraciones, nos organizábamos al ritmo de algún mix navideño toda la familia. 

Hoy en día las decoraciones navideñas comienzan a finales de octubre o principios de noviembre, sobre todo en los centros de consumos y plazas comerciales, en fin, el consumismo y los mercadólogos (jaja). Pero no se preocupen, no es un artículo de crítica, hoy me limitaré a contarles un poco de lo que investigué sobre el árbol navideño.

Según National Geographic, “el cristianismo adoptó y transformó las costumbres paganas relacionadas con el culto a los árboles sagrados”. 

La historia nos remonta a Alemania a principios del siglo VIII o a Estonia en el siglo XV. Cuando los primeros cristianos llegaron al territorio norte de Europa encontraron una celebración que se realizaba en honor al nacimiento de Frey, el dios del Sol y la fertilidad.

Dicha festividad se hacía con un árbol que simbolizaba el universo -llamado Yggdrasil-: la copa era Asgard -morada de los dioses- y el Valhalla -el palacio de Odín-.

La historia alemana se complementa con los cuentos de un evangelizador inglés de nombre San Bonifacio que discutió con unos druidas sobre el valor sagrado de un roble, afirmando su nulo valor, entonces cortó un fresno y plantó en su lugar un pino, aunque también hay otra versión en la que cortó un roble e hizo desaparecer todos a su alrededor, dejando solo un abeto, este árbol sobreviviente sería venerado como el abeto del niño Jesús.

La historia en Estonia, cuenta que en Tallin, en 1441, la leyenda comienza que había un árbol en la plaza principal, cuando un comerciante comenzó a bailar alrededor en compañía de algunas mujeres y acabando quemando el árbol, y entonces tal acontecimiento llevó a la idea de iluminar los árboles coincidiendo con la navidad. 

Se cuenta que la tradición llega a México junto con Maximiliano y Carlota  y luego con el general Miguel Negrete y la influencia que le causaban sus constantes viajes a Estados Unidos. 

Pero en fin, un poco de historia y de curiosidad nunca viene mal, y si bien la historia no es tan clara o significativa, los significados actuales podrían darnos más luz. Se dice que el árbol verde y su forma de punta son símbolos de vida y amor a Dios. Las luces nos remontan al misterio de la nochebuena y la luz de Cristo, como una luz de una nueva esperanza. La estrella simboliza la estrella de Belén que fue guía de los reyes magos y por eso se pone hasta arriba. Las esferas representan los dones que Dios entregó a los hombres, se cuenta que antes se decoraban con manzanas. Los lazos, guirnaldas y otras decoraciones son símbolos de la unión familiar y la alegría. Por último , las luces representan la luz de Cristo. 

¿Sabías esto? ¿Te lo habías cuestionado? ¿Qué pasó? Entonces, ¿cómo llegar a insights si no haces las preguntas correctas?

En fin, ahora sí ya estamos en diciembre, ya es legal decorar. ¿Cómo lo haces tú? ¿Qué significado tiene en tu familia?

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Arturo Ortiz, CEO Birth Group
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