El 23 de marzo del 2020 el Gobierno de México se sumó a los países en cuarentena, ese día pidió a la población el resguardo en casa para evitar la propagación del COVID-19. No obstante, más de 170 días después los casos de contagio parecen no ceder, pocos países pueden argumentar tener el virus bajo control. La mayoría de los gobiernos exitosos contra la pandemia son de menor tamaño a México o están de una forma u otra más aislados cultural o geográficamente.
En México la población económicamente activa suma poco más de 50 millones de personas, de estas prácticamente la mitad trabajan en la economía informal. Este sector no tuvo mayor desaceleración en la pandemia, por lo menos de manera visual. Las cifras del gobierno no cuentan con parámetros para saber si sector respetó el resguardo. De cualquier manera, el sector formal, el otro 50 por ciento, ostensiblemente dejó las oficinas y muchos podrían no regresar jamás.
El ejemplo del Reino Unido y Europa
El Reino Unido es un caso similar a México y funciona como parámetro de América Latina, no en número de casos pero ciertamente en manejo de la crisis. Los paralelismos son interesantes. Aproximadamente 15 millones de empleados del Reino Unido han trabajado desde casa durante la pandemia, según el organismo de estadísticas del país, con 9 millones adicionales colocados en el esquema de furlough o licencia. El mismo gobierno de Boris Johnson pidió el encierro, ahora a pesar del aumento de casos y el creciente deseo público de acuerdos laborales flexibles ruegan para que las personas regresen a las oficinas.
El secretario del exterior Dominic Raab recientemente declaró “La economía necesita tener a las personas de regreso en las oficinas” En más de un medio en el Reino Unido han reportado el fracaso de motivar a que las personas regresen al trabajo presencial.
Tal vez la mejor respuesta a la frustración de las personas en el Reino Unido a regresar al trabajo se puede leer en la campaña de exteriores de Dettol. La marca propiedad de Reckitt Benckiser resumió de manera impecable la relación de las personas con la experiencia del trabajo en oficina.
— Barbarossa Smith ✨ (@barbarossa69) September 3, 2020
En Alemania el fenómeno de trabajo en casa ha llegado a niveles de gobierno, Olaf Sholz, ministro de finanzas comentó que se discute la idea de hacer el trabajo en casa un derecho laboral. En Francia y España sucede algo similar.
El trabajo en casa
Para la mayoría trabajar en casa es un asunto de eficiencia y ahorro en México 74 por ciento de las personas que trabajan en casa consideran que esta modalidad permite gastar menos tiempo y dinero en transporte. Según los encuestados por servicios de headhunting de Marzo a Abril del 2020, 53 por ciento de las personas coinciden con que refuerza el sentido de responsabilidad individual.
El problema más grave es la salud mental de los que trabajan en casa, los horarios y opresión familiar pueden ser aplastantes. Inclusive deterioran el ambiente de creatividad, 9 por ciento de los encuestados diretor que este formato fomenta la creatividad.
Consecuencias salud versus empleo
Según cifras del INEGI, el empleo informal pasó del 47 por ciento de la Población Económicamente Activa en Abril del 2020 a 53 por ciento en Junio del mismo año. Esta cifra indica el radical moviemiento al trabajo informal. Este último se da muchas veces fuera de oficias o locales, las medidas sanitarias son difíciles de comprobar y podrían ser foco de infección del COVID-19. Este ssería uno de los factores que podría subir la suma de personas que no regresen a las oficinas. Según cifras del insituto 5 millones de personas se sumaron a la informalidad. Es necesario agregar los tres datos, el desempleo, la informalidad y el aumento del home office. Los tres factores son causa de proecupación en el formato de trabajo presencial.