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Ataques con drones destruyeron dos plantas de procesamiento de petróleo en Arabia Saudita
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Pertenecen a Saudi Aramco, la compañía que mayores ganancias logra en el mundo, muy por encima de Apple, por ejemplo.
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Fuente alza en el precio del petróleo y podría trasladarse a la gasolina
Una serie de ataques con drones destruyeron el sábado 14 de septiembre la mitad de la capacidad petrolera de Saudi Aramco, la compañía estatal saudita, país que produce el 10 por ciento de todo el crudo del mundo.
Saudi Aramco es la empresa con mayores ganancias del planeta. En 2018, por ejemplo, consiguió réditos por 111.100 millones de dólares, lo mismo que Apple, Amazon y Alphabet (Google) juntas.
Los rebeldes hutíes de Yemen asumieron horas después la responsabilidad por los ataques, diciendo que 10 drones destruyeron las instalaciones Aramco en Abqaiq y Khurais.
De esta forma, los precios del petróleo, que han permanecido bajos desde al menos nueve meses, podrían sufrir fuertes subas. Hay que tener presente que se habría anulado el 5 por ciento de la producción mundial de crudo.
Las dos instalaciones afectadas por los ataques son la mayor planta de procesamiento de petróleo y la de estabilización de petróleo crudo del mundo.
Según cifras oficiales, el problema abarca a 5,7 millones de barriles diario, eso es buena parte de los 9,8 millones de barriles que Arabia Saudita produce, según la Opep.
De acuerdo con diferentes analistas del sector, este evento producirá por un largo tiempo una reconfiguración del escenario de producción petrolera y derivará en aumentos del orden de 5 a 10 dólares por barril.
El viernes, el Brent, usado como referencia en la mayor parte del mundo para el precio de la gasolina, cerró en 60,22 dólares. El WTI, en tanto, a 54,85 dólares por barril.
Este lunes, el Brent ya cotizaba a 66,49, una suba de poco más del 10%, la mayor intradía desde 1991, durante la Guerra del Golfo.
Saudi Aramco confirmó la semana pasada su intención de comenzar a cotizar en bolsa, pero aún no está confirmado en que mercado lo hará. Algunas versiones apuntaba a Tokio y a Hong Kong.
Según los informes del año pasado, Aramco busca recaudar con su OPI unos US$ 100.000 millones en la oferta, pero parece que el príncipe heredero Mohammed bin Salman le teme a los riesgos de enfrentar litigios en los Estados Unidos.
Si se confirmara esa recaudación, la empresa se valoraría en US$ 2 billones, el doble que Microsoft, la compañía pública más valiosa con un valor de mercado de US$ 904.800 millones.
Originalmente, la OPI estaba programada para 2018, pero hay preocupación en el gobierno de Arabia Saudita porque quedarían expuestas públicamente sus finanzas y la complejidad de su estructura corporativa, publicó CNBC.