El mercado inmobiliario en China está preocupado por una decisión del gobierno de Xi Jinping: ya no se pueden construir súper rascacielos.
Así es, los edificios de más de 500 metros ya no serán aprobados por las autoridades municipales. Además, las torres de más de 250 metros deberán pedir permisos especiales limitados, mientras que las de más de 100 metros tendrán que cumplir con estrictos requisitos de escala y capacidad de rescate ante incendios.
La nueva norma no pasa desapercibida en China, donde se sitúa casi la mitad de los 100 edificios más altos del planeta.
La razón que dio el Gobierno es que hay un exceso de oferta de oficinas comerciales y, además, el temor relacionado con que la búsqueda de altitudes cada vez mayores pueda comprometer la seguridad de las construcciones.
La decisión fue tomada a 60 días de que se produjera los que se calificó como un “inexplicable bamboleo” en la torre SEG-Plaza en Shenzhen, de 72 pisos de altura.
Por largos minutos, y sin que se hubiera producido un sismo ni vientos extraordinarios, el edificio alteró su vertical de manera inédita, aterrorizando a los habitantes.
La pelea en el mercado inmobiliario chino ha llevado a que en ese país estén cinco de los diez edificios de más de 500 metros de todo el mundo. Estructuras terminadas todas en los últimos cinco años.
Si bien hay un auge en la construcción de mega rascacielos, al mismo tiempo, hay escasez de inquilinos.
Más ahora con el avance del home office, los desarrolladores tienen problema para encontrar gente dispuesta a rentar.
Hoy, la mayoría de los edificios comerciales tiene entre 180 y 200 metros en china, en general arrendados por empresas vinculadas a las nuevas tecnologías, el sector de mayor expansión en todo el mundo, no sólo en China.
Además, hay una feroz competencia entre las ciudades que el gobierno central quiere cortar de raíz por temor al debilitamiento de la seguridad.
Beijing, Shanghai, Guangzhou y Shenzhen, cada ciudad tiene uno de los 10 edificios más altos del mundo, pero, a la vez, también las tasas de desocupación comercial más altas del país.
Se calcula que hay un total de 7,8 millones de metros cuadrados de espacios comerciales vacíos.
El problema de las grandes torres es que la calidad, los amenities, la eficiencia, el diseño y la accesibilidad son factores más importantes que las alturas en términos de generar más interés y rentas más altas. Las buenas vistas o grandes panoramas pueden ayudar como argumento de venta, pero no lo es todo.
Las 3 torres más altas de China
Shanghai Tower (2015) es el edificio más alto de China. Tiene 632 metros de altura. Está ubicada a orillas del río Huangpu, que atraviesa el centro comercial de la nación. Posee 128 pisos coronados por el hotel más alto del mundo. Costó 3.140 millones de dólares y le demandó años llenar los 575 mil metros cuadrados de espacio, además de los 380 mil metros cuadrados en planta baja. alberga, entre otros grupos tecnológicos, a Ant Group, el brazo financiero de Alibaba.
La segunda torre es el Centro Financiero Ping An (2017). Tiene 599 metros de altura y 115 pisos situados en el centro tecnológico de Shenzhen, al sur de China. Es la base de operaciones de la aseguradora más grande de China.
El Centro Financiero CTF Guangzhou es la tercera torre más alta de China y la séptima a nivel mundial. Tiene 111 pisos y 530 metros.