• Según la marca, sus abogados aseguraban que sus operaciones no violaban la regulación de EEUU

• De cualquier forma, autoridades norteamericanas habrían seguido tratando de detener su trato con Venezuela

• En teoría, los negocios podrían evitar restricciones comerciales con Caracas bajo el concepto de ayuda humanitaria

Estos últimos meses han sido tensos para las empresas de todo el mundo. Con el fantasma de la COVID-19 sobre la cabeza de todos, más de una marca ha estado al filo de la bancarrota. Y de hecho, varias cadenas que ya estaban en el límite de su capacidad entraron plenamente a la ruina. Hasta ahora, las condiciones del mercado había beneficiado a los agentes de México, evitando que grandes negocios cedieran a la presión. Pero hoy oficialmente esta suerte acabó.

De acuerdo con Reuters, una marca mexicana se acaba de declarar en bancarrota. Y la culpa bien podría ser del conflicto comercial y político entre Estados Unidos (EEUU) y Venezuela. Se trata de la organización Libre Abordo, que se especializaba en el transporte de mercancías. En su sitio oficial, la organización y su aliada Schlager Business Group anunciaron esta noticia. Al respecto de la decisión, apuntaron que la tragedia causará la pérdida de cientos de empleos.

Libre Abordo había firmado hace años un acuerdo con el gobierno de Nicolás Maduro para intercambiar comida por petróleo. Sin embargo, la marca mexicana denuncia que autoridades en EEUU llevan años tratando de detener esta relación, a pesar que no viola las restricciones comerciales contra Venezuela. Según el negocio, este estira y afloja causó la pérdida de 90 mil millones de dólares (mdd) y la suspensión del acuerdo que tenían con el gobierno de Caracas.

Muere una marca mexicana ante la presión internacional

Como ya se dijo, Libre Abordo no es la primera compañía en declararse en bancarrota en lo que va de 2020. J.C. Penney y J.Crew, dos de las más grandes empresas de retail en EEUU, no tiene muchas semanas que tramitaron este proceso para poder salvar su negocio a largo plazo. La marca del sector aeronáutico Latam Airlines, la más grande de su tipo en la región, también se derrumbó hace poco. Hertz, dedicada a la renta de autos, también se desmoronó.

Notas relacionadas

• COVID-19 en México: ¿realmente ya entendimos el problema?
• Gobierno de Francia invita a Twitter a dejar EEUU si su negocio no está a salvo con Trump
• Los 10 productos que más exporta Venezuela

Se tiene que aceptar que la bancarrota de Libre Abordo y de todos esos negocios responden a situaciones distintas. En la carta de la marca mexicana, no se menciona la COVID-19 como un factor determinante en la suspensión de operaciones. Al contrario, el conflicto político entre EEUU y Venezuela parece haber sido el mayor elemento de presión que orilló a su negocio a tomar esta decisión. Y en este sentido, se puede convertir en una muy valiosa lección a futuro.

Muchas veces una marca se centra solamente en factores económicos comerciales y sociales en sus operaciones de negocio. Y es evidente el por qué. Suelen ser los factores de mayor impacto en las actividades cotidianas de una empresa. Pero el caso de Libre Abordo recuerda que también la dinámica geopolítica puede amenazar a las organizaciones. Si bien su caso se puede antojar extremo, no está de más considerar esta posibilidad en un entorno tan incierto.

Política y su efecto en las compañías

Además, no es como que jamás una marca se haya visto negativamente afectada por peleas entre dos o más gobiernos. Huawei y Apple están constantemente en el ojo del huracán en lo que se refiere a la relación entre China y EEUU. Volkswagen se metió en un pequeño conflicto con las autoridades en Puebla a raíz de la reapertura de su planta. Nissan también generó el disgusto de funcionarios en España cuando dijo que retiraría sus actividades de Barcelona.

Sea como sea, es importante que toda marca aprenda a lidiar con las barreras geopolíticas en el desarrollo de sus negocios. Como lo apunta Vox, pueden verse accidentalmente envueltas en un conflicto social en alguno de sus mercados que las ponga en directa enemistad con un gobierno. Sustainable Brands apunta que también puede ser un tema que surja como parte de una filosofía de “tomar postura”. Y, según CNN, siempre está el complejo conflicto de interés.