• De acuerdo con Aeroméxico, también la COVID-19 la obligó a detener varias inversiones que tenía programadas

• Asimismo, ha tenido que recortar todos los gastos que se consideraban innecesarios

• En el lado positivo, tanto su Yield como su Yield Internacional en pesos se alzaron 0.9 y 2.8 por ciento, respectivamente

Con la excepción de un par de afortunadas industrias, la amplia mayoría de las compañías en el mercado están viéndose afectadas por la COVID-19. No es para menos, considerando que la recomendación de las autoridades de salud es quedarse en casa. Sin embargo, hay algunas marcas que supieron o pudieron justarse a la nueva dinámica de cero movimiento del público. En el caso de las aerolíneas, no hubo más opción que dejar que sus ingresos se desplomaran.

También en México, las compañías de esta industria tuvieron que pasar por este momento de crisis. Aeroméxico, a través de un comunicado, dio a conocer los datos de su último trimestre. Y por desgracia, el panorama no resulta muy alentador. De acuerdo con la aerolínea, durante la pandemia de COVID-19, sus ingresos fueron de solo 14 mil 074 millones de pesos (mdp). Esta cifra es 14 por ciento menor a la que se registró en ese mismo periodo, pero del año anterior.

Asimismo, la aerolínea reportó que la pérdida de operación le costó unos mil 790 mdp. Y no es que Aeroméxico no haya intentado reducir el impacto de la COVID-19 en el primer trimestre de 2020. La compañía apuntó que todos sus colaboradores han realizado aportaciones salariales de hasta 50 por ciento, al tiempo que otorgó licencias sin goce de sueldo por hasta 90 días. A la vez, apuntó que ha negociado con Grupos Aeroportuarios, proveedores y hasta el Gobierno.

Un panorama oscuro para la aerolínea

Claro, Aeroméxico no es la única que está sufriendo por culpa de la COVID-19. En el sector de las redes sociales, Twitter y Facebook han visto una dolorosa baja en sus ingresos. Uber, por su lado, ajustó estratégicamente sus proyecciones para el mediano plazo, citando la enorme incertidumbre. Otras empresas, del tamaño de Samsung, parecen ganar con la pandemia, sin embargo no se espera que el impulso se conserve en el largo plazo y pronto estén sufriendo.

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Pero hay que regresar al caso de Aeroméxico. Es cierto que la compañía se ha mantenido ocupada en las últimas semanas. Si bien ha reducido notablemente el número de viajes que realiza día con día, aún ayuda a que se movilice el poco tráfico aéreo nacional e internacional de México. Asimismo, ha establecido una alianza importante con el Gobierno de México. Esto, porque su flotilla se usa frecuentemente para trasladar insumos médicos para la COVID-19.

Sin embargo, es evidente también que estos proyectos no serán suficientes para mantenerla en pie. Es una de las aerolíneas más estables y poderosas de México, de eso no han ninguna duda. Tiene un capital y potencial financiero que le debería permitir sobrevivir por un tiempo más. Sin embargo, tampoco puede sobrevivir a la COVID-19 por siempre. Si el trimestre que viene no puede regresar a la “normalidad”, tal vez tendrá que empezar a considerar un rescate.

COVID-19: La peor enemiga del tráfico aéreo

Hay que ser muy específicos que Aeroméxico no es un caso único en la industria. De hecho, en todo el mundo las aerolíneas están pasando por un muy mal rato a raíz de la COVID-19. En las primeras semanas de la pandemia, una marca británica se declaró en quiebra. En febrero, la europea KLM casi inició un conflicto diplomático entre Países Bajos y Corea del Sur. Y desde antes de la pandemia, algunas líderes regionales ya estaban al punto de la quiebra.

En todo el mundo se reconoce el peligro que la COVID-19 representa para la industria de los viajes aéreos. De acuerdo con Flight Global, ha caído en las manos de reguladores y gobiernos mantener la liquidez de estas compañías. Según el Foro Económico Mundial (WEF), ya desde mediados de marzo se había reducido el tráfico aéreo global en más del 12 por ciento. Según The Guardian, sería la primera vez que se observa este fenómeno en más de una década.