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Norteamérica y Europa son las regiones donde se están registrando el mayor número de casos nuevos de COVID-19
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Honda detuvo sus operaciones en el continente americano desde el pasado 23 de marzo
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Por su lado, Volkswagen es una de las automotrices europeas que han regresado a laborar tras la orden del gobierno
Una de las preguntas más complejas sobre la crisis sanitaria de la COVID-19 es exactamente cuándo se pueden reanudar actividades. No es una pregunta sencilla. Extender demasiado la cuarentena puede ocasionar daños irreparables e innecesarios de familias, marcas y países. En el otro extremo, regresar antes de lo debido podría provocar un segundo brote, más grave que el primero, que destruya la confianza de la industria y los consumidores en la economía.
En la industria automotriz ya surgieron estas dudas y hay dos casos que ejemplificarán ambos escenarios. Según AP, la alemana Volkswagen ya regresó a sus actividades de manufactura en Zwickau, Alemania. Esto, con el objetivo de cumplir sus objetivos de producción para lanzar el nuevo modelo eléctrico de su marca, que debería empezar a venderse más adelante en el año. Para cuidar al personal, la marca estableció el uso de cubrebocas y sana distancia obligatoria.
Pero mientras la automotriz alemana está ansiosa de recuperar actividades, algunas rivales se tomarán más tiempo. De acuerdo con Reuters, la japonesa Honda anunció que va a extender el cierre de sus fábricas en América del Norte hasta el próximo ocho de mayo. Asimismo, dijo que ampliará las medidas de licencia sin pago por la COVID-19 a sus colaboradores. Con esta decisión, se extiende una semana más el periodo de suspensión de actividades establecido.
¿Cuál es la mejor decisión ante la COVID-19?
No es ninguna sorpresa que estas empresas, que no pueden adoptar medidas de trabajo a la distancia, estén ansiosas por regresar. Hace un par de semanas se decía que, solo en México, se habían perdido más de 346 mil 878 empleos en cuestión de algunos días. Y es que muchas marcas, para lidiar con la crisis económica de la COVID-19, recurren a recortes de personal. A la vez, algunos expertos esperan que la total recuperación tome entre tres y hasta seis meses.
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¿A qué se arriesga cada automotriz si sigue adelante con su plan ante la COVID-19? En el caso de Volkswagen, podría darse un nuevo brote en su planta de producción. Claro, el que esté lista para implementar medidas de prevención debería reducir esta posibilidad. Pero si llega a presentar varios enfermos entre sus filas, probablemente tenga que cerrar su fábrica de nuevo. Y esta vez, la recuperación a las actividades sería mucho más difícil que la primera vez.
Lo anterior no necesariamente significa que su rival japonesa tenga una mejor idea. Dejar a su gente sin trabajo una semana más, y sus fábricas sin producir, podría llegar a un alto costo en el futuro. Tal vez lo peor que no poder vender ahorita será el no poder cumplir las expectativas de los consumidores una vez que se haya restablecido la “normalidad”. Y considerando que la cadena productiva de la industria automotriz no es tan veloz, es un riesgo muy alto de asumir.
Un drama no solo para la industria automotriz
Junto con Honda y Volkswagen, muchas empresas están sufriendo mucho por la paralización parcial de la COVID-19. Por ejemplo, Aeroméxico reportó haber perdido mil 790 millones de pesos (mdp) en su último trimestre por culpa de la súbita caída de sus ventas. A L Brands se le podría caer el trato que hizo con Sycamore para la venta de Victoria’s Secret. Y en el caso de Uber, sus socios tanto necesitan trabajo que les está recomendando irse a otras compañías.
Así pues, hay muchas industrias que pueden considerarse “víctimas” de la pandemia. Según LinkedIn, las empresas que se especializan en la venta y procesamiento de combustibles son las que más ingresos han perdido. De acuerdo con la CNBC, las marcas del sector viajes y hospitalidad son los que más han perdido trabajos desde que se desató la COVID-19. Y en datos del Business Insider, incluso el gaming podría verse afectado negativamente a futuro.