El anuncio de aranceles de Estados Unidos a muchos países del mundo, ya comienza a causar crisis en muchas industrias. Ahora se dio a conocer que una conocida empresa automotriz obliga a 400 empleados a hacer home office para despedirlos por videollamada.
Desde la manufactura de vehículos hasta la cadena de suministro, los servicios postventa y la infraestructura asociada, este sector emplea directa e indirectamente a millones de personas y constituye un eje central para muchas economías nacionales.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Asociación Internacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (OICA), la industria automotriz emplea más de 60 millones de personas a nivel mundial, lo que representa casi el 2 por ciento del total del empleo global. Este número incluye empleos directos en fábricas de ensamblaje, producción de partes y componentes, así como posiciones indirectas en logística, ventas, mantenimiento, diseño, ingeniería y otros sectores relacionados.
Automotriz despide a 400 empleados
La multinacional automotriz Stellantis, una de las más grandes del mundo y matriz de marcas como Chrysler, Jeep, Fiat y Peugeot, se ha visto envuelta en una fuerte controversia tras ejecutar el despido masivo de 400 empleados mediante una videollamada, una práctica que ha reavivado el debate sobre la humanización en las relaciones laborales, en un contexto global de incertidumbre económica.
El proceso, que afectó a perfiles administrativos, ingenieros y tecnólogos principalmente en Estados Unidos, fue revelado por los mismos trabajadores, quienes compartieron detalles del inusual mecanismo utilizado para comunicar su desvinculación de la empresa. Todo comenzó con un correo electrónico interno que indicaba que debían realizar trabajo remoto el día siguiente debido a unas “importantes reuniones operativas”.
Lejos de sospechar lo que se avecinaba, la mayoría de los empleados siguió la instrucción sin mayor objeción. Sin embargo, una vez conectados a la videollamada programada, los directivos presentes les informaron que la compañía había decidido llevar a cabo una reestructuración inmediata, como parte de la cual serían despedidos 400 colaboradores.
Ante esto, varios ex empleados calificaron el proceso como una “masacre corporativa”, y señalaron que se trató de una decisión “fría y deshumanizante”, evidenciando la distancia cada vez mayor entre los empleados y la alta dirección. “Después de años trabajando para una marca tan importante, recibir esta noticia a través de una pantalla fue devastador. Ni siquiera hubo un contacto humano real”, expresó uno de los ingenieros despedidos a diario locales.
En redes sociales, los comentarios se multiplicaron. Desde usuarios que exigieron mayor responsabilidad corporativa, hasta empleados de otras empresas que denunciaron haber vivido procesos similares. Las críticas se centraron principalmente en la falta de empatía mostrada por la compañía, y en cómo las plataformas digitales están facilitando una desconexión emocional en procesos que afectan profundamente a las personas.
El despido virtual masivo ejecutado por Stellantis no es un caso aislado. Compañías tecnológicas como X, Meta o Amazon ya han utilizado métodos similares para comunicar despidos, apoyándose en la virtualidad como una manera de optimizar procesos, pero también de evitar confrontaciones presenciales.
Y es que, el uso del home office como cortina para el despido ha sido objeto de análisis por expertos en recursos humanos.
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