• De acuerdo con Apple, su objetivo es lograr que todos los empleados en su cadena de suministro sean tratados con respeto y dignidad

• Wistron, en respuesta a las acusaciones, reconoció que se han hecho equivocaciones graves y que trabajará para resolverlas

• Esta planta está involucrada en la fabricación de algunos modelos de iPhone, aunque no es claro cuáles

A lo largo de los últimos años, se ha puesto mayor presión sobre las compañías occidentales, en especial las Big Tech, de desincentivar ciertas prácticas de sus proveedores asiáticos. Hoy, Reuters reportó un nuevo caso en este terreno, esta vez afectando directamente a Apple. En concreto, en lo últimos días se ha reportado una serie de protestas en una planta de la marca Wistron. Esta compañía es uno de los proveedores de manufactura de la tecnológica en India.

Desde el 12 de diciembre que varios empleados de esta empresa habrían iniciado una protesta por sus bajos salarios. Entonces, destruyeron parte de la propiedad, suministros e incluso los iPhones que habían producido en la planta de Wistron. La empresa se vio obligada a cerrar las instalaciones. Apple, aparentemente a raíz de esta controversia, liberó un comunicado. En él, amenazó a su proveedor de retirarle futuros contratos si no respetaba el Código de Conducta.

Según Apple, basándose en una auditoría de los procesos de contratación y remuneración de Wistron, el proveedor no había implementado buenos procesos de gestión de horas laborales. Esto habría llevado a que muchos trabajadores vieran retrasos en sus pagos entre octubre y noviembre. La empresa de India admitió que una parte del personal en la planta aún no había recibido el salario adecuado. Se espera que al menos un ejecutivo sea despedido por el caso.

¿Un problema o una acción a favor de Apple?

De nuevo, no es la primera vez que se le exige a las compañías de tecnología se ven afectadas por las prácticas laborales de sus proveedores. De acuerdo con Know The Chain, Apple y las demás empresas del sector todavía no han sabido evitar la incidencia de trabajos forzados en sus cadenas de suministro. En medio del caos de la crisis sanitaria, los problemas se volvieron aún más complejos, considerando los retos de salud de los espacios cerrados de las fábricas.

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En este sentido, se podría ver este incidente en Apple de dos formas. Primero, puede ser una muestra de la gravedad del problema. Al final, la compañía de Tim Cook ha estado envuelta varias veces en problemas laborales en su cadena de suministro. Tan solo en julio, grupos de activistas exigieron a la tecnológica a cortar lazos con varias organizaciones. Esto, porque se reportó que estaban haciendo uso de mano de obra forzada entre un grupo minoritario chino.

Al mismo tiempo, podría ser esto una buena noticia que ayude a reforzar la imagen de Apple en estos temas. De acuerdo con agentes como el Foro Económico Mundial (WEF), desde hace varios años que se señala que los consumidores tienen un rol clave para eliminar la incidencia del trabajo forzado. Esto, al elegir a empresas socialmente responsable. Así que esta acción debería ayudar a cambiar la imagen que tiene la marca a escala global dentro de esos temas.

Proveedores, una extensión de las marcas

Cabe destacar que Apple tampoco es la primera empresa que se mete en problemas por las acciones de una empresa en su cadena de suministro. Por ejemplo, varias compañías en el sector de la tecnología están temiendo una escasez de chips. Esto, porque muchos de los proveedores no han podido reanudar con suficiente rapidez la producción de componentes. Y esto arriesga a que no se pueda cumplir con la demanda de dispositivos, automóviles, etc.

Pero también se han dado avances clave para ayudar a mejorar el panorama en el largo plazo. En 2019, varias empresas decidieron desarrollar un sistema de blockchain para su cadena de suministro. La idea es que puedan tener un control más concreto sobre las marcas con las que trabajan, como Apple pretende hacer con Wistron. No solo eso, sino que les ayudaría a estos agentes a generar ahorros de tiempo y dinero en la administración de entre 50 y 80 por ciento.