La policía de Berlín señaló este martes que carece de la seguridad que el paquistaní detenido por su participación en el atentado al mercado navideño, que dejó 12 muertos, sea el responsable, por lo que el agresor podría seguir libre.
“Se da el caso de que quizá tengamos a un peligroso criminal en la zona y eso, obviamente, pone a la gente nerviosa”, advirtió en una rueda de prensa el jefe de la policía berlinesa, Klaus Kandt. “Por supuesto, estamos aumentando las medidas de seguridad. Ahora es necesario un nivel de alerta elevado”, agregó.
Calificado de “acto terrorista” por la canciller alemana, Angela Merkel, y ocurrido en un país que hasta la fecha no había sufrido atentados de gran magnitud, el ataque con camión recuerda por sus circunstancias al perpetrado hace cinco meses en Niza.
El balance provisional es de 12 muertos y 48 heridos, de los cuales 18 se encuentran en estado grave.
El sospechoso es un paquistaní llegado a Alemania el 31 de diciembre de 2015 siguiendo la ruta de los Balcanes y “registrado en Berlín en febrero” como demandante de asilo, había indicado el ministro del Interior, Thomas de Maizière.
“Él niega el crimen. La investigación continúa”, señaló De Maizière, precisando que “por el momento” no existe ninguna reivindicación por parte de la organización Estado Islámico (EI).
Una fuente de la policía berlinesa era más contundente: “Tenemos al hombre que no es”, aseguró al diario Die Welt. “El verdadero asaltante está aún en libertad y armado y puede provocar nuevos daños”, añadió.
Un día después del atentado, sigue reinando la confusión. Con la fiscalía antiterrorista encargada de la investigación, la policía registró en la mañana del martes uno de los grandes centros de refugiados de Berlín, en el barrio de Tempelhof, donde podría haberse albergado el sospechoso.
Oposición responsabiliza a Merkel
Antes de que la policía mostrara sus dudas sobre la identidad del detenido, Merkel reconocía que “sería particularmente difícil de soportar” la posible implicación de un demandante de asilo en el atentado en la capital alemana.
“¡Son los muertos de Merkel!”, denunciaba en Twitter uno de los responsables del partido de derecha populista Alternativa para Alemania (AfD) Marcus Pretzell.
“Alemania ya no está segura” frente al “terrorismo del islamismo radical”, añadió la líder del AfD, Frauke Petry, criticando la decisión de la canciller de acoger en Alemania a cerca de 900 mil refugiados en 2015 y 300 mil más este año.
El ataque se produjo en el mercado de Navidad situado en pleno centro de Berlín, a dos pasos de la iglesia del Recuerdo, cerca de una avenida muy comercial, la Kurfürstendamm.
El camión “pulverizó, literalmente, la primera caseta de madera”, contó a la cadena N1 una bosnia instalada en Berlín, Lana Sefovac, que visitaba el mercado con sus padres. “Conducía directamente hacia nosotros, pero en un momento giró porque no quería ir contra nuestra caseta, sino contra la multitud. Quería atropellar a la gente”.
Por el momento no se han revelado las identidades de las víctimas, a excepción del hombre hallado muerto en la cabina del camión, un ciudadano polaco asesinado con arma de fuego, que podría ser el titular de vehículo.
Las banderas de los edificios públicos ondeaban por la mañana a media asta, y al mediodía se celebró una ceremonia en recuerdo de las víctimas en la catedral de Saint-Hedwige, en el centro de la ciudad. En todos los estadios de la Bundesliga se hará un minuto de silencio el martes y el miércoles.
Las autoridades alemanas indicaron este martes que, pese a lo ocurrido, los mercados navideños permanecerán abiertos durante las fiestas.