Muchos diseñadores gráficos que trabajan en agencias de publicidad son, en realidad, artistas plásticos que necesitan un trabajo estable para poder solventar sus gastos. Esto ocurre en todo el mundo y especialmente en países periféricos, donde la posibilidad de vivir del arte es muy reducida.
Un interesante ejemplo es el caso del diseñador gráfico tailandés Nakrob Moonmanas (26 años), que se hizo famoso esta semana por sus polémicos cuadros-collages en los que, por ejemplo, se ve al dios-elefante Ganesha crucificado o a Buda presidiendo la “La última cena” de Leonardo da Vinci.
Las obras, que se exhiben en el Centro de Arte y Cultura de Bangkok, son un intento de Moonmanas de dar su “propia versión de lo que significa lo ‘tailandés’”, según dijo el artista, que es Licenciado en Literatura Tailandesa y trabaja como diseñador gráfico en un estudio de publicidad de Bangkok.
La exposición, llamada “Sacrifice” (“Sacrificio”), se basa en collages en los que fusiona elementos orientales y occidentales. Se pueden ver obras clásicas como “Ofelia” de John Everett Millais, pero junto a la dama que flota en las aguas verdosas, hay figuras tailandesas doradas: el príncipe Rama y su hermano Lakhan.
En otra obra, Buda y 13 monjes con túnicas anaranjadas presiden “La última cena” de Leonardo da Vinci y un Ganesha azul aparece crucificado en una alegoría a la “muerte del arte” en un mundo cada vez más dominado por lo comercial y la publicidad, según el autor.
La exposición se da en un contexto complicado en Tailandia. En ese país, la junta militar que llegó al poder en mayo de 2014 trata de imponer unos valores tradicionales, como la obediencia, el respeto a la jerarquía y un fuerte nacionalismo inspirado en la supremacía del Ejército y la monarquía.
Frente a esto, el diseñador defiende una versión más colorista y ecléctica
que se puede resumir como “sanook”, concepto tailandés que hace referencia al carácter lúdico y humorístico.
