Uno de los acontecimientos más relevantes de esta semana fue la reunión entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump y Vladimir Putin y la Cumbre en Helsinki, Finlandia. De lo sucedido, uno de los hechos que llamó la atención fue la postura de Trump sobre la supuesta intromisión rusa en las elecciones de 2016, luego de que el mandatario restará validez a las investigaciones estadounidenses sobre el caso.
El hecho se ha convertido en el tema de inspiración para la nueva portada de la revista Times, en la que realizó una combinación entre el rostro de Trump y Putin que dio como resultado a un peculiar personaje, mismo que fue acoplado con el titular “Trump quería una cumbre con Putin. Recibió mucho más de lo que esperaba”.
Así se ilustra el tema central de esta edición en la que escritora Brian Bennett examina la lealtad de Trump tanto con Rusia como con Estados Unidos.
Además de la versión impresa, el medio que se ha convertido en un fuerte crítico de la polémica de Trump compartió una versión animada de la portada en su cuenta de Twitter, que muestra la transición del presidente de Estados Unidos al primer ministro ruso.
TIME’s new cover: Trump wanted a summit with Putin. He got way more than he bargained for https://t.co/sUu9gGKmmP pic.twitter.com/qq6iOjlis1
— TIME (@TIME) 19 de julio de 2018
La cubierta ha generado todo tipo de comentarios en redes sociales. Mientras que muchos la criticaron, otros tantos la calificaron como un “retrato contundente” de la “realidad en Estados Unidos”.
You've done it this time TIME! This is outright creepy, as reflects the reality.
— Rachel Ellner (@RaqElle) 19 de julio de 2018
I’ll never unsee that….that is terrifying more because clearly it is true! ??
— Lori (@LoViLu) 19 de julio de 2018
Strong work creating that nightmare factory. It haunts like the "The Ring". Watch it once, and in 7 days Democracy dies unless you convince 5 people to vote.
— Justin Etheridge (@ShanksponyRVA) 19 de julio de 2018
El lunes de esta semana, Trump fue acusado de “ponerse del lado de Rusia” al no reconocer que Rusia había interferido en las elecciones estadounidenses de 2016. Luego, después de que sus acciones se encontraron con una reacción masiva, afirmó haber hablado mal e intentó revertir su primera declaración.
La imagen del presidente parece ir en picada y mientras sus asesores de imagen tendrán que buscar la manera de revertir los efectos negativos al respecto, para los medios el fenómeno es combustible para generar empatía y discusión entre las audiencias.