En un mundo cada vez más consciente del medio ambiente, las empresas buscan constantemente formas de reducir su huella ecológica y demostrar su compromiso con la sostenibilidad. La tecnología juega un papel fundamental en este esfuerzo, proporcionando herramientas innovadoras que permiten a las marcas optimizar sus operaciones, minimizar el uso de recursos y crear productos más ecológicos, así lo menciona Marisol Blanco, PR Manager, en el podcast de Merca2.0, sobre la intrincada red de tecnologías que Toyota implementa para reducir su impacto ambiental
De acuerdo a datos de Naturland, el mercado mundial de productos ecológicos alcanzó casi 125 mil millones de euros en 2021 y se espera que siga creciendo en los próximos años.
La misma fuente detalló que el 49 por ciento de los consumidores del mundo están dispuestos a cambiar sus productos por otros más ecológicos, incluso si eso significa pagar más. Y el 41 por ciento de los consumidores pagaría más por productos orgánicos.
Asimismo, se reporta que el 38 por ciento de los consumidores pagaría más por productos hechos con materiales sostenibles. Y el 30 por ciento de los consumidores pagaría más por productos de empresas socialmente responsables.
¿Qué tecnologías implementa Toyota para reducir su impacto ambiental?
En el nuevo episodio del podcast de Merca2.0 estuvo como invitada Marisol Blanco, PR Manager, quien habló de la importancia de las marcas en reducir su impacto ambiental, tocando el punto de Toyota.
En este episodio logramos ver como tecnologías como la inteligencia artificial (IA) está revolucionando la forma en que las empresas gestionan su consumo energético. Mediante el análisis de datos en tiempo real sobre el uso de energía, la IA puede identificar patrones e implementar estrategias para reducir el consumo innecesario. Por ejemplo, la IA puede ajustar la iluminación y la climatización en función de la ocupación de un edificio, o optimizar las rutas de reparto para minimizar el uso de combustible.
Asimismo, los sensores IoT permiten a las empresas recopilar datos en tiempo real sobre el medio ambiente, como la calidad del aire, el consumo de agua y los niveles de contaminación. Esta información puede utilizarse para identificar problemas ambientales potenciales, tomar medidas correctivas y mejorar la sostenibilidad de las operaciones. Por ejemplo, los sensores IoT pueden monitorizar las emisiones de gases de efecto invernadero de una fábrica, lo que permite a la empresa implementar medidas para reducirlas.