• Como parte de la compra de Microsoft, también las franquicias Quake, Wolfenstein y Dishonored podrían pasar a ser de su propiedad

• Se espera que la estructura interna de Bethesda Softworks y ZeniMax Media se mantenga intacta con su adición a Xbox

• Aunque las dos empresas anunciaron la adquisición, todavía falta que se obtenga el permiso de todas las autoridades pertinentes

Uno de los factores más importantes en la industria de los videojuegos, al menos dentro del segmento de las consolas, es la disponibilidad de franquicias y títulos exclusivos. Tal vez Xbox  PlayStation ganen algunos consumidores por el precio de sus dispositivos o la potencia de los mismos. Sin embargo, aquellas propiedades que no se pueden hallar en su rival son el motor de ventas más importante. Por eso es tan relevante la nueva adquisición que hizo Microsoft.

De acuerdo con un comunicado liberado por la propia empresa de tecnología, se acaba de concretar un trato para adquirir ZeniMax Media por siete mil 500 millones de dólares (mdd). La noticia es crucial porque la tecnológica es también la compañía madre de Bethesda Softworks, uno de los estudios más influyentes en la industria de gaming. Esto significa que franquicias como Doom, Fallout y The Elder Scrolls ahora se sumarán al creciente portafolio de Microsoft.

La compañía fundada por Bill Gates tiene planes bastante bien estructurados para la compra. De inicio, Microsoft anunció que todos los títulos de ZeniMax Media estarán disponibles en el Xbox Game Pass desde el momento de su estreno. Esto incluirá nuevas franquicias al estilo de Starfield, actualmente bajo desarrollo en Bethesda Softworks. Sin embargo, no se detalló si se espera que los títulos serán exclusivos de los dispositivos de la marca, como hace PlayStation.

Como sea, un golpe duro de Microsoft hacia Sony

Hay que reconocer que la guerra en la industria de las consolas se ha vuelto bastante intensa en las últimas semanas. En un principio, parecía que Sony tenía la delantera gracias a una PS5 estéticamente más agradable y aparentemente más poderosa que su rival. Sin embargo, Xbox y Microsoft reforzaron su estrategia con el lanzamiento de un plan de financiamiento, la Series S de bajo costo y la posible compra de la saga Mortal Kombat. Sin embargo, no ha sido fácil.

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Valdría la pena analizar la actual estrategia de Microsoft con el nuevo contexto de la compra de ZeniMax Media. Ya desde hace algunos meses que la tecnológica ha dicho que no está muy interesada ya en la guerra de consolas, aún cuando está ganando una buena ventaja sobre Sony. De hecho, está mucho más interesada en la posibilidad que su servicio xCloud, de cloud gaming, podría dejarle a su negocio. Y en ese sentido, la compra de Bethesda es crucial.

Si es cierto que Microsoft quiere virar Xbox hacia un negocio de videojuegos en la nube, va a tener que posicionar su servicio de suscripción como un verdadero líder de la industria. Y para eso necesita tener una librería muy atractiva de títulos. Cierto, puede rentar la licencia de los estudios más influyentes del mercado. Pero al ser dueña de ellos, se ahorra este costo y es la única beneficiaria de los ingresos. Con esta estrategia de crecimiento, podría llegar muy lejos.

Respecto a las perspectivas de cloud gaming

Por supuesto, Microsoft no es la única que ha puesto sus ojos en este modelo de negocio, aún cuando es la líder más clara. Nintendo también ha considerado dedicar parte de sus esfuerzos a transitar sus títulos a este nuevo campo de batalla. PlayStation, el año pasado, hasta le pidió ayuda a Xbox para reforzar su infraestructura en la nube y tener una oportunidad de pelea. Y a la vez se debe de considerar la amenaza que representan crecientes rivales al estilo Amazon.

No es completamente sorprendente que tantas empresas quieran entrar al cloud gaming, lo que ha forzado a Microsoft a apostar tan fuerte en este mercado. Según Mordor Intelligence, de 2019 a 2025 se espera que este sector pueda crecer en un 15.8 por ciento anual. Por su lado, MarketWatch reafirma que podría crear una audiencia más consolidada entre móvil, PC y consolas. Y estudios creen que la cima del mercado no está tan lejana como podría parecer.