Playboy es un referente dentro del mercado editorial mundial, gracias a su estrategia de contenido que le valió reputación e impuso la idea de marcas flexibles, pues ha tenido presencia como una marca editorial, restaurantera; en productos y a través de contenidos en internet.
Hablar de Playboy en mercadotecnia es hacerlo de una marca que ha sabido mantenerse dentro de diversas industrias gracias a que recurrió al contenido como estrategia comercial para desempeñarse en segmentos como el de “revistas para caballeros”, aunque su estrategia de segmentación no es innovadora, pues es algo que han hecho otras marcas editoriales como O, The Oprah Magazine; Living de Martha Stewart; Vogue, GQ, AD, la lista de revistas especializadas en determinados contenidos es larga.
Ahora, en una estrategia creativa a cargo del Chief Creative Office de la revista, se volvieron a hacer las portadas con las modelos que hace 30 años las protagonizaron, en un recurso que ha llamado la atención por la evidente comparación de antes y ahora.
La estrategia así luce:
Las portadas de revista se han convertido en una exitosa estrategia que no solo sirve para comercializar a dichos medios impresos, se trata de importantes canales que abonan a la percepción de marcas personales en un hecho que recientemente ha tenido que ajustarse a estrategias basadas en la realidad de las personas, lo que significa que no se altera su apariencia.
Lo anterior ha dado una pauta definitiva para entender al mercado de medios desde nuevas formas de comunicarse con las audiencias, como portadas de revistas de moda en donde aparecen modelos plus size, lo que forma parte de una tendencia que no solo han adoptado las revistas, la industria publicitaria ha encontrado en estos referentes un elemento clave para lograr la identificación con las audiencias, con resultados que generan empatía e interés en su consumo.
