- Biden anunció una inversión de U$S 1,700 millones para reactivar y modernizar 11 plantas automotrices en ocho estados.
- El objetivo es impulsar la transición a vehículos eléctricos.
- Empresas como Stellantis, GM y Harley-Davidson se beneficiarán de estos fondos para reconvertir y reequipar sus plantas.
Tratando de “conquistar” nuevos votantes y mostrando que no se quiere “bajar” de la carrera presidencial para noviembre, Joe Biden anunció una inversión de 1.700 millones de dólares destinada a reactivar y modernizar plantas cerradas o en riesgo de cierre, para convertirlas en instalaciones para la fabricación de autos eléctricos.
Con la iniciativa, Biden dijo que busca impulsar la transición hacia una economía de energía limpia, creando empleos bien remunerados y sindicalizados.
Se trata de 11 fábricas de automóviles en ocho estados que recibirán fondos para adaptar sus operaciones a la producción de vehículos eléctricos.
Estas plantas se dedicarán a la fabricación de una variedad de componentes, desde piezas para motocicletas eléctricas y autobuses escolares hasta sistemas de propulsión híbridos y baterías para camiones comerciales y SUV eléctricos, dice este jueves 11 de julio The Verge.
Biden y su plan para hacer más autos eléctricos
El Gobierno estadounidense dijo que esta inyección de capital no solo creará “miles de empleos manufactureros bien pagados”, sino que también “ayudará a retener” a las personas en ciudades pequeñas del interior de ese país.
Estas inversiones permitirán a las empresas automotrices reequipar, reiniciar y recontratar en las mismas fábricas y comunidades afectadas.
La iniciativa es parte de un programa de 15.500 millones de dólares, administrado por el Departamento de Energía y anunciado a finales del año pasado.
Stellantis, GM y Harley-Davidson, beneficiadas
Entre las fábricas que se beneficiarán de estos fondos se encuentra una planta inactiva de Stellantis en Belvidere, Illinois, que se convertirá en una planta de ensamblaje de vehículos eléctricos con una inversión de 334 millones de dólares en subvenciones.
Stellantis también recibirá otros 250 millones de dólares para modernizar su planta de transmisión en Kokomo, Indiana, adaptándola a la producción de módulos de propulsión eléctrica.
General Motors, por su parte, recibirá 500 millones de dólares para transformar su planta de 25 años en Lansing, Michigan, en una instalación dedicada a la producción de modelos electrificados.
Harley-Davidson por su parte, convertirá su fábrica en York, Pensilvania, en una planta de ensamblaje de motocicletas eléctricas con una inversión de 89 millones de dólares.
Ventajas del nearshoring para México
El programa tiene implicaciones favorables para México, ya que muchas de las autopartes necesarias para estos vehículos provienen de fábricas ubicadas al sur de la frontera estadounidense.
La estrategia de nearshoring promovida por Biden busca acercar la producción a los Estados Unidos, beneficiando así a las plantas mexicanas de autopartes.
Una de las condiciones para otorgar estas subvenciones es que los fondos se utilicen para crear y retener empleos sindicalizados en el sector automotriz.
Biden dejó claro que estos fondos ayudarán a asegurar que el futuro de la industria automotriz se construya en Estados Unidos por trabajadores sindicalizados estadounidenses.
Está claro que Biden no quiere problemas con la poderosa United Auto Workers (UAW), organización sindical que apoya su reelección.
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