Ante la indecisión de las instituciones en su responsabilidad de gobernanza académica dos señoras podrían desactivar el debate del plagio de la multi citada tesis de Yazmín Esquivel.

¿Es el plagio académico un pecado de juventud? Según el reporte, Peña Nieto plagió 197 de los 682 párrafos de su tesis con la que se graduó de abogado en la Universidad Panamericana en 1991, cuando tenía 25 años. Merca2.0 31/08/2016 Plagio en el siglo XXI, argumento de tecnología digital y ética. Parafraseando a Eduardo Caccia “Un corrupto empezó siendo un pequeño corrupto”.

Antecedentes 

Los universitarios y la sociedad civil en su conjunto desde finales del mes de diciembre 2022 hemos venido viendo, leyendo, escuchando un hecho inadmisible, reprobable, el plagio de tesis universitarias, ante el cual las autoridades responsables, no obstante de haberse pronunciado un plagio flagrante, han sido burocráticas y tímidas, evocando diálogos incomprensibles y provocando debates en los medios de comunicación como si fuese un partido de tenis en donde la bola puede estar de un lado como de otro pero todas y cada una de estas autoridades tratan de regresarla para que se la trague su rival.

Sin duda alguna estamos ciertos que casi la totalidad de la población está informada de este caso y convencida de que el hecho debe ser sancionado.

Universidades públicas y privadas en el País contemplan en sus reglamentos mecanismos para castigar el plagio de trabajos académicos.

En reciente publicación del periódico Reforma se informó de la interesante investigación titulada: “Sancionan otras universidades lo que UNAM no”, en donde se consigna lo siguiente: “Tanto universidades privadas como públicas en el País contemplan mecanismos de detección, investigación y sanción de prácticas fraudulentas en trabajos académicos y de grado”.

“Por ejemplo, la Universidad Anáhuac, en su reglamentación considera el plagio de trabajos académicos una ‘falta severa’, ya sea total o parcial. Plagiar o hacer pasar como propio, parcial o totalmente, algún trabajo, información, cita o investigación, que no lo sea. Esta conducta ameritará la expulsión, la imposibilidad de obtener el grado o el retiro del mismo”, expone. Además, la institución contempla que el castigo prescribirá en un año contado a partir de que se descubra el plagio, o en tres años independientemente de esa circunstancia, lo que ocurra primero.

¡Trampas de la decisión!

Pero resulta que dichas autoridades relacionadas con el tema académico han caído en un juego que podríamos llamar “timos de la decisión”. Favorablemente investigando sobre el tema de la responsabilidad en la toma de decisiones, hemos encontrado un extraordinario texto en un libro que lleva por título “Las Trampas de la decisión” del autor: David Arellano Gault (Editorial Fontamara).

En su sinopsis comercial declara lo siguiente: “Las trampas de la decisión son una paradoja prácticamente universal que se pueden encontrar en cualquier organización y en cualquier gobierno”. El autor de manera magistral consigna entre varias la siguiente pregunta: ¿Por qué el conflicto, incertidumbre y el poder están en medio de un proceso organizado? Y resume dicho conflicto de la toma de decisiones en dos grandes errores: 

• Error tipo 1: Falla efecto o consecuencia no deseada; donde juega el contexto, las emociones y el tiempo.

• Error tipo 2: Persona o grupo decisor se niega a aceptar que es error. Se crea ceguera y resistencia. Este comportamiento lo han estudiado varias disciplinas (historia, psicología, sociología, administración, psiquiatría, estudios judiciales y otras más). Una trampa es oculta y atractiva. A continuación imagen de la portada del citado y muy recomendable libro. 

En la sinopsis del libro se expresa: “Una trampa de la decisión es un proceso individual, grupal u organizacional donde de manera proactiva, las personas que deciden niegan toda señal de que se están cometiendo errores. Es una trampa que puede llevar, al final de cuentas, al fiasco y al precipicio a las propias personas que deciden, e incluso a gente en su entorno. Es una paradoja, pues, como buena trampa, las justificaciones creadas para negar que se estén cometiendo errores son sumamente atractivas y disparan poderosos procesos de racionalización que estabilizan el autoengaño y la auto ceguera infligida a ´motu proprio´. Cuando es evidente que el fiasco es el resultado de estas trampas, suele ser demasiado tarde”. 

“Las trampas de la decisión son intrincadas entonces porque de manera proactiva se crean los procesos, reglas, argumentos y justificaciones que permiten seguir deslizándose (casi alegremente, incluso) en una resbaladilla hacia el desastre. Con base en una revisión de múltiples disciplinas que han identificado este tipo de errores, el libro propone siete trampas de la decisión: desde grupales hasta políticas, desde la psicología, la teoría de las organizaciones y la historia. Al final de cuentas las preguntas siguen vivas:

• ¿Cómo evitar que las trampas de la decisión sigan afectando la vida de tantas personas y sociedades? 

• ¿Cómo reducir los impactos negativos de una paradoja omnipresente en la lógica de decisión de los gobiernos y las organizaciones? 

Al final, el libro ofrece una esperanza: conforme se comprenda y afecte la paradoja del fenómeno de las trampas de la decisión, el camino para identificarlas y controlarlas será más claro y posible”.

Autoridades entrampadas. 

Y en estas más de cuatro semanas de cientos de miles de caracteres y palabras acerca del plagio de este acontecimiento, los jugadores y posibles tomadores de una decisión resolutiva son varios y ninguno de ellos ha tomado una posición irrebatible, como escribimos anteriormente, “la pelotita va y viene” entre estos protagonistas entrampados en sus prejuicios, miedos, temores o hipocresías. En la siguiente imagen incluimos a esas autoridades potenciales tomadores de una decisión resolutiva.

Cómo salir de la trampa.

“Veremos si el caso de la ministra es una piedra más sobre el ataúd de la legalidad o una esperanzadora semilla de cambio”. Eduardo Caccia / Plagios y bribonadas

Finalmente consideramos que será un fallo en el que no podrá por ningún motivo caer en la trampa de la decisión la Ministra Norma Piña nueva presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) máximo tribunal del país y la cabeza del Poder Judicial. Para dicha institución de justicia es sumamente grave tener en vilo la imagen y legalidad que induce la presencia de la ministra Yazmín Esquivel cuyo título de licenciada en Derecho está inválido, esto provocará que decisiones del Pleno y de la Sala donde vote la Ministra estarán frágiles con la posibilidad de ser debatidas por los propios sometidos a dicho tribunal. 

De no salir de la trampa a través de la acción determinante de la SCJN  se exhibiría  una vez más la incapacidad de las autoridades involucradas; es entonces cuando la Ministra Yazmín Esquivel es quien debería renunciar por dignidad personal, honestidad, ética en una palabra por integridad, opinamos que con esta decisión redimiría una fracción de su calidad moral principalmente ante su familia, amistades y conocidos; parafraseando a  Kathy Acker: “El asunto del plagio, para mí, tiene más que ver con la esquizofrenia y la identidad. La intención primera fue plagiar un texto que me resultó fascinante, pero poco a poco se impuso la necesidad de construir una identidad a partir del Quijote”.

Nota: Recomendamos artículo de la Revista Letras Libres Las cinco rutas para Yasmín Esquivel Por Carla Erika Ureña A.13 enero 2023